La falta de buenas clases de tropa era uno de los defectos de nuestro Ejército. A fines del XIX y principios del XX solo había dos categorías de clases de tropa: cabo y sargento, a diferencia de otros ejércitos donde había ya un cuerpo de suboficiales o al menos unas categorías superiores algo más cercanas a los oficiales.
La única posibilidad de llegar a ser oficiales era su pase a la escala de reserva retribuida de oficiales, vía que tuvo sus altibajos y que fue finalmente cerrada por la Ley reguladora de las clases de tropa de 1912. En compensación ésta introdujo lo que podríamos llamar las clases de tropa superiores, que se acercaban en algo a los oficiales para darles una salida profesional, disponiendo que habría “...dos categorías en las clases de tropa: una constituida por el soldado propiamente dicho, el soldado de primera y los cabos, y otra por los sargentos, brigadas y suboficiales...”. Aparecían por tanto unos grados inexistentes anteriormente, los brigadas y suboficiales (que era un empleo similar al actual subteniente). Igualmente se establecía el escalafón para sargentos, brigadas y suboficiales.
El artículo “Las Juntas de Defensa de las clases de tropa (1917- 1918)” de Ana I. Alonso Ibáñez se ocupa de las aspiraciones de las clases de tropa, reivindicadas por medio de las Juntas de Defensa de las clases de tropa en los años 1917-18. Tras de muchos conflictos se aprobó la Ley de bases para la reorganización del Ejército de 1918 que solo recogió en parte esas aspiraciones, suprimiendo el grado de brigada (“.... la actual organización de las clases de tropa del Ejercito queda modificada en el sentido de que se suprime el empleo de brigada, las clases de la segunda categoría estarán constituidas por las de sargento y suboficial *”) pero permitiendo nuevamente su acceso a la escala de reserva retribuida de oficiales.
No fue hasta la segunda república (reforma Azaña) cuando se creó un Cuerpo de Suboficiales que incluyó en principio los grados de Sargento 1º, Brigada, Subayudante y Subteniente (los sargentos normales seguían como clases de tropa). Finalmente en 1934 se incluyó a los Sargentos y se suprimieron los empleos de Sargento 1º y Subayudante y en 1935 se dispuso el ascenso de los Subtenientes a Alféreces, quedando por ello sólo los empleos de Sargento y Brigada.
La creación de un Cuerpo de Suboficiales era considerado como una reivindicación básica por cuanto que al no ser militares de carrera estaban sujetos a una gran incertidumbre en cuanto a su continuidad en el ejército. Si bien la normativa vigente hasta 1931 admitía los sucesivos reenganches y un retiro a una edad determinada, para obtener los reenganches sucesivos era condición precisa el informe favorable del jefe del cuerpo (regimiento) respectivo. Por tanto dependían totalmente de sus jefes de cuerpo.
* No en el sentido de cuerpo sino de empleo similar al actual subteniente.
http://revistas.ucm.es/index.php/CHCO/article/download/CHCO9999110259A/6990