Los esfuerzos británicos y norteamericanos permitieron establecer
acuerdos entre Francia y Alemania que hacían creer en un
entendimiento entre ambos países. Sin embargo, la crisis económica
del 29 puso fin al periodo de posible entendimiento entre las
potencias europeas.
1.-EL PROBLEMA DE LAS INDEMNIZACIONES:
La economía alemana de posguerra estuvo siempre condicionada por el
pago de las reparaciones de guerra. El incumplimiento de los pagos
había ocasionado la ocupación francesa del territorio del Ruhr en
el año 1923. Esta situación de impago propició el comienzo de una
política encabezada por Gran Bretaña y Estados Unidos, que
pretendía favorecer la negociación y el acercamiento entre Francia
y Alemania.
En 1924 el Plan Dawes buscó una salida a esta situación
proponiendo el pago de unas anualidades más reducidas a cambio de la
desocupación del Ruhr por Francia. Este hecho marca el comienzo de
unas nuevas relaciones internacionales en las que primarán las
negociaciones y la colaboración, lo que favoreció una mayor
prosperidad económica y política y la recuperación del patrón
oro como referencia monetaria.
El pago de las indemnizaciones, los préstamos y las reparaciones de
guerra habían llevado a la emisión incontrolada de billetes por
parte de los gobiernos europeos, lo que supuso una devaluación de la
moneda.
Desde 1924, algunas monedas europeas buscarán recuperar su
estabilidad volviendo a la convertibilidad de las mismas en oro o en
divisas como el dólar o la libra. La misma política se manifiesta
en el Tratado de Locarno (1925), que pretendía consolidar la
paz entre las potencias europeas. Los acuerdos establecidos en la
ciudad suiza de Locarno fueron apoyados por numerosos países, entre
ellos Bélgica, Gran Bretaña, Alemania, Francia o Italia.
En ellos, Francia y Alemania reconocían mutuamente sus fronteras
comunes acordadas en Versalles, llegando también a acuerdos sobre la
región de Renania, que se consideró una zona desmilitarizada.
2.- ALEMANIA EN LA SOCIEDAD DE NACIONES
La entrada de Alemania en la Sociedad de Naciones muestra una
nueva situación internacional: Alemania acepta el orden vigente y
establecido en los tratados y Francia por fin permite su ingreso, ya
que antes lo había vetado. El Pacto Briand-Kellog certifica
este nuevo espíritu de distensión. Es una iniciativa de los
ministros de asuntos exteriores francés (Briand) y estadounidense
(Kellog).
Se trata de un tratado firmado en agosto de 1928 en el que se niega
la posibilidad de un conflicto militar entre ambos países, Este
ejemplo fue seguido por otros países, entre ellos Alemania.
Esta etapa de concordia internacional favoreció especialmente a
Alemania, cuya situación económica mejoró gracias a los acuerdos
que flexibilizaban el pago de las reparaciones y a la ayuda que se le
prestó mediante la inversión de capitales extranjeros.
La firma del Plan Young en 1929 ratificaba estas
circunstancias. La crisis económica del 29 y las repercusiones que
tuvo para la República de Weimar con el ascenso del nacionalismo
serán el motivo que lleve a la finalización de estos tiempos de
acuerdos y negociaciones.
3.- LOS VIRAJES HACIA LA GUERRA
La vocación expansionista y militarista de los regímenes
autoritarios supuso una amenaza para la estabilidad europea. Surgirán
una serie de tensiones internacionales que desembocarán en el
enfrentamiento armado, involucrando tanto a las potencias como a sus
colonias.
La llegada al poder de Adolf Hitler variará la política exterior
alemana, haciéndola más agresiva. Las potencias europeas realizarán
concesiones a Alemania, en su deseo de evitar un enfrentamiento con
Hitler.
Paralelamente, la Sociedad de Naciones va perdiendo su capacidad de
maniobra y representatividad, ya que es incapaz de hacer frente al
cambio en el panorama político europeo tras el ascenso de los
fascismos.
Países con un gran protagonismo en la época (Japón, EEUU,
Alemania) no formaron parte de la Sociedad o la abandonaron en estos
momentos.
4.- LA EXPANSIÓN JAPONESA
Japón pretendía la expansión por la costa asiática, creando asía
bajo su influencia la “Gran Asia Oriental”. En el año 1931
invade Manchurria, convirtiéndolo en un estado dependiente de Japón
que sería el puente para desarrollar su expansión continental. La
condena de estos hechos por la Sociedad de Naciones hizo que Japón
la abandonase.
En China hasta 1937 tuvo lugar una guerra civil que enfrentó a
nacionalistas (Chiang Kai-shek) y comunistas (Mao), y en la que los
comunistas saldrían vencedores. La guerra civil fue paralizada en
1937, año en que comenzó la guerra chino-japonesa.
China no pudo recuperar Mongolia que se proclamó país
independiente, debido a la presencia de tropas soviéticas. En 1939
se produjo la batalla de Nomonhan donde los soviéticos derrotaron a
los japoneses. Japón, al no poder extenderse por el norte, buscarán
una expansión por el sur hacia las colonias de las potencias
europeas. Esto dará lugar al enfrentamiento con USA y el bombardeo
de Pearl Harbour en 1941.
5.- EL PROBLEMA DE ABISINIA
Abisinia, actual Etiopía, tenía importancia estratégica para
controlar el tráfico por el canal de Suez y el Nilo.
Los deseos de control italianos chocaron con la negativa británica,
que veía perjudicados sus intereses. La ocupación italiana de
Abisinia, en 1935, hizo evolucionar las relaciones internacionales:
por un lado la tensión entre británicos e italianos hace que estos
últimos se alejen de británicos y franceses, acercándose a
Alemania como único aliado, que también quería ampliar sus
territorios; por otro, se mostró la clara debilidad de la Sociedad
de Naciones, incapaz de frenar la agresión italiana.
6.- LOS POTENCIAS ANTE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
El estallido de la Guerra Civil española (1936-1939) obligó a las
potencias a definirse y adoptar una actitud ante los dos bandos
enfrentados. Mussolini y Hitler ayudaron a los militares sublevados
encabezados por el general Franco. La URSS apoyó al gobierno
republicano. Sin embargo, las potencias democráticas, aunque
reconocían al Gobierno republicano, adoptaron una actitud de no
intervención.
7.- EL CAMINO HACIA LA GUERRA (1931-1939)
La depresión económica iniciada en 1929 destruyó la endeble
concordia internacional construida en los años anteriores y facilitó
el ascenso al poder del nazismo y del militarismo japonés.
A partir de 1931 el mundo asistió a una serie de crisis
internacionales que marcaron el camino hacia un conflicto general.
Alemania, Japón e Italia configuraron el Eje, decidido a acabar con
el status quo establecido en 1919. Las potencias democráticas
desplegaron una política débil contra Hitler.
El primer ministro británico, Neville Chamberlain, llevó a cabo una
política de apaciguamiento, tratando de negociar con Hitler y
concederle algunas de sus demandas esperando que se conformase con
esas concesiones. Esta política sólo envalentonó a Alemania.
Stalin buscó tras muchas dudas la alianza con las potencias
democráticas para frenar a Hitler. La desconfianza mutua hizo
fracasar este intento y el líder soviético acabó pactando con
Hitler y propiciando la agresión alemana a Polonia.
En Europa, Hitler ascendió al poder en 1933, mostrando su deseo por
acabar con el orden creado por el Tratado de Versalles: abandonó la
Sociedad de Naciones (1933), estableció el servicio militar
obligatorio (1935), remilitarizó Renania (1936) e intervino junto a
Mussolini en la Guerra Civil española apoyando a Franco. Hitler y
Mussolini terminarían formando el Eje Roma-Berlín en 1936,
proclamando su alianza política. Poco después, Alemania firmó con
Japón el Pacto Antikomintern, dirigido contra la URSS y el comunismo
internacional. Italia y la España de Franco se unieron
inmediatamente después.
En los años posteriores, las agresiones alemanas no encontraban una
respuesta firme de las potencias democráticas. En marzo de 1938,
Alemania invadió Austria. En septiembre de 1938, en la Conferencia
de Munich, Francia y Gran Bretaña dieron su acuerdo a la anexión
germana de la región checoslovaca de los Sudetes.
En marzo de 1939, incumpliendo lo acordado en Munich, Hitler invadió
Checoslovaquia, haciéndose evidente el fracaso de la política de
conciliación con Hitler. Francia y Gran Bretaña proclamaron que no
permitirán ninguna nueva anexión alemana.
La última incorporación alemana fue la región lituana de Memel en
1939.
Finalmente Hitler reivindicó el puerto de Danzig. En agosto de 1939
se firmó el Pacto de No Agresión germano-soviético. Stalin y
Hitler acordaron secretamente el reparto de Polonia y la anexión
soviética de las repúblicas bálticas.
El 1 de septiembre de 1939 Alemania invadió Polonia, lo que
precipitó la entrada en la guerra de Gran Bretaña y Francia. La
Segunda Guerra Mundial había comenzado. En Asia, Japón controlaba
una parte importante de China y planeaba su expansión en el Extremo
Oriente. Mientras, la URSS y EEUU continuaban manteniendo una
posición de neutralidad. El expansionismo alemán y japonés terminó
por implicarles en la guerra.