Visigodos: El Imperio romano encargó a los visigodos expulsar a los invasores de Hispania en el 415. Al caer el Imperio romano de Occidente, los visigodos establecieron su propio reino con capital en Tolosa. El reino se extendía por el sur de Francia y gran parte de Hispania. Tras ser derrotados por los francos establecieron su capital en Toledo. Leovigildo, fue el artífice de la unidad política de la península bajo el dominio de los visigodos. Posteriormente Recaredo decretó la conversión al cristianismo del pueblo visigodo y Recesvinto publicaba el Liber Iudiciorum o Fuero Juzgo. La organización política: La monarquía visigoda era electiva no hereditaria, existían varias Asambleas como la del Ejército o las de hombres libres, el Officium Palatinum consistía en el Aula Regia y los Concilios de Toledo, las provincias estaban gobernadas por duques y estas a su vez divididas en condados. El último rey visigodo Rodrigo derrotado por los musulmanes en la batalla de Guadalete (711)