1.- LA CRISIS DE LOS IMPERIOS COLONIALES
La
Primera Guerra Mundial aceleró el desarrollo de movimientos nacionalistas en
las colonias europeas en Asia y África. Tras la Segunda Guerra el mantenimiento
de los viejos Imperios se hizo insostenible y en un proceso rápido la mayor
parte de las colonias había accedido a la independencia en la década de los
sesenta.
1.1.- El
nacimiento de los nacionalismos
Tras
la Primera Guerra Mundial, las élites indígenas enviaron a sus hijos a estudiar
a las universidades europeas y allí se impregnaron de las ideas de democracia y
libertad. Al volver a sus países de origen sufrieron el sistema colonial que
les discriminaba y les excluía de los cargos administrativos y políticos. Cada
uno tomó un sendero propio: en la India, Gandhi apeló a la conciencia religiosa
hindú; en Túnez, Burguiba se inspiró en el nacionalismo laico del turco KemalAtaturk.
La
modernización económica efectuada en las colonias por las metrópolis tuvo un
doble resultado contradictorio. Por un lado, los adelantos médicos provocaron
en el periodo de entreguerras el inicio de la explosión demográfica. Por otro,
el desarrollo económico fue insuficiente y muy desigualmente repartido. Paro en
el campo y hacinamiento en las ciudades fueron los resultados de una sociedad
dislocada en la que el descontento social fue el caldo de cultivo de los
nacionalismos anticolonialistas.
1.2.- El efecto de la Segunda Guerra Mundial
El
conflicto bélico aceleró el proceso de crisis de los sistemas coloniales. Varios
factores lo explican:
- La rápida derrota de Francia, Bélgica y Holanda supuso un fuerte desprestigio de las metrópolis en sus respectivos Imperios coloniales.
- El Reino Unido y la Francia libre enrolaron en sus ejércitos a muchos habitantes de las colonias.
- Los dos grandes superpotencias surgidas de la guerra defendían, desde diferentes criterios, posturas contrarias a los viejos Imperios coloniales europeos. EE.UU. apoyó la apertura de mercados para sus capitales y productos y el consiguiente fin de las trabas coloniales. La URSS lo hizo desde su ideología anticapitalista y antiimperialista.
1.3.- Los
modelos de descolonización
Si
contemplamos la descolonización, es decir, el proceso de acceso a la
independencia de las antiguas colonias europeas, desde una perspectiva global
podemos distinguir diversos tipos.
En
lo que se refiere al nivel de violencia encontramos descolonizaciones mediante
una sangrienta guerra de independencia junto a procesos más pacíficos. En el
segundo caso, las metrópolis comprendieron la inutilidad de resistirse a un
proceso ineludible.
Si
nos fijamos en los dos grandes Imperios coloniales, podemos distinguir un
modelo francés y otro británico. Tras la humillación de 1940 ante Alemania,
Francia no estaba preparada para aceptar la pérdida de las colonias. El modelo
británico fue menos violento aunque dejó tras sí enfrentamientos que hoy en día
perduran (India o Palestina).
2.- LA EMANCIPACIÓN DE ASIA ORIENTAL
Tras
la India, las demás posesiones europeas fueron accediendo a la independencia en
un proceso que, en algún caso fue el de Indochina o Corea, corrió paralelo a
los conflictos de la guerra fría.
2.1.- La
India: la independencia y la partición.
El
movimiento nacionalista en la India es uno de los más antiguos. Organizado en
torno al Partido del Congreso,
fundado en 1885, fue liderado por Mahatma Gandhi. Junto a su discípulo y
principal líder político del movimiento, Nehru,
reclamó insistentemente la independencia, concretando esta demanda en la
resolución Quit India en 1942.
La
victoria de los laboristas de Atlee en el Reino Unido en 1945 facilitó las negociaciones que se iniciaron ese mismo
año. Muy pronto surgieron dos posturas enfrentadas, mientras que Gandhi y Nehru defendieron el
mantenimiento de un único estado multirreligioso, el líder de la LigaMusulmana, Ali Jinnah, planteó la partición de la colonia en dos Estados, uno
hindú y otro musulmán.
Tras
una larga serie de violentos disturbios (1946-1947), Nehru finalmente se avino
a la idea de la partición. El resultado fue el nacimiento el 15 de agosto de
1947 de dos Estados independientes: la Unión
India, de mayoría hindú y dirigida por el Partido del Congreso de Nehru, y Pakistán, de mayoría musulmana. Las
transferencias de población que acompañaron esta partición se convirtieron en
un brutal baño de sangre.
Tras
la independencia, la India, el segundo país más poblado del planeta, se
convirtió en “la mayor democracia del mundo”. La Constitución de 1950
estableció un estado federal con libertades políticas. El Partido del Congreso
de Gandhi gobernó desde la independencia hasta la década de los noventa. Nehru
implantó una economía socializante férreamente controlada por el Estado. Esta
situación de estancamiento político y económico acabó en los noventa.
A
la alternación política, con la derrota electoral del Partido del Congreso, se
le añadieron reformas económicas liberalizadoras que posibilitaron que el país
iniciase un vigoroso crecimiento
económico.
2.2.- La
independencia de Indonesia
Los
japoneses derrotaron y desalojaron a los holandeses en 1942, favoreciendo el
desarrollo del movimiento nacionalista dirigido por Sukarno. Poco antes de retirarse las tropas niponas, el 17 de
agosto de 1945, los nacionalistas indonesios proclamaron la independencia del país. Pero no sería hasta 1949, tras una larga guerra con Holanda, cuando definitivamente consiguieran la independencia.
2.3.- Los
“tigres asiáticos”
Dos
pequeños países (Corea del Sur y Taiwán) y dos ciudades (Singapur y Hong Kong) protagonizaron un importante desarrollo económico desde principios de
los sesenta. A excepción de Hong Kong, este desarrollo se basó en la
intervención estatal, el espíritu empresarial, el fomento de la exportación, la
alta productividad y un alto ahorro en la población. Estos países entraron a
pertenecer a la nómina de países industrializados desarrollados.
La
descolonización de África
El
proceso descolonizador en el África árabe tuvo su punto crítico en el Magreb. Tras una guerra, Francia le
otorgó la independencia a Argelia en 1962. La emancipación del África negra
encontró menor resistencia por parte de las metrópolis europeas, pero dio lugar
al nacimiento de un grupo de países que aún hoy no ha conseguido la estabilidad
política ni el desarrollo económico. Un caso particular fue el de Sudáfrica
donde la minoría blanca dominante estableció un sistema de segregación racial,
el apartheid.
La
independencia en la región del Magreb
La
descolonización de Marruecos y Túnez fue negociada pacíficamente, aunque no
faltaron episodios violentos. En caso marroquí, el partido Istiqlal agrupó a los nacionalistas que consiguieron que en
1956 franceses y españoles abandonaran el país y se proclamara la monarquía
bajo el rey Mohamed V. En el caso
tunecino, Burguiba, una de las
grandes figuras del nacionalismo árabe, consiguió que en 1956 el país alcanzara
la independencia.
El
proceso de independencia de Argelia fue muy sangriento. La presencia de una
influyente minoría europea llevó a que el gobierno de París se negara a aceptar
las demandas nacionalistas. La guerra de Argelia (1954-1959) fue un episodio
traumático.
La
gravedad de la situación llevó a que en Francia se llegara al borde de la
guerra civil y la vuelta al poder de De Gaulle salvó al país del conflicto.
Éste cedió finalmente y negoció con el FLN (Frente de Liberación Nacional
argelino), proclamándose la independencia en junio de 1962.
La
emancipación del África negra
En
la África negra, que estaba en su práctica totalidad bajo el dominio de los
Imperios europeos, las metrópolis se avinieron sin grandes problemas a otorgar
la independencia a sus colonias. La escasa población europea asentada en estos
países y la falta de grandes intereses económicos explican esta descolonización
sin grandes resistencias.
En
el África británica, la figura pionera fue N’Krumah,
quien lideró el proceso de independencia. En el África francesa destacó la
figura de Sedar Senghor, nacionalista senegalés. La mayor parte de las colonias francesas y
británicas se independizaron a partir de 1960. Las nuevas naciones africanas
entraron en un periodo caracterizado por la inestabilidad política y la
pobreza.
Tras
la independencia, el Congo y Nigeria pasaron por guerras civiles. En el Congo,
tras romper lazos con Bélgica, la guerra civil acabó con un cruel dictador, el
general Mobutu.
La
última etapa descolonizadora tuvo lugar en los años sesenta y afectó a colonias
ibéricas. España cedió el Sáhara occidental a Marruecos y Mauritania en 1975.
Al acabar el s.XX, el balance de la trayectoria del África subsahariana
postcolonial era bastante negativo y, a menudo, trágico. A la pobreza endémica de un continente
incapaz de alimentar a su población y apartado del proceso de globalización, se
la ha unido una gran inestabilidad
política jalonada por múltiples conflictos. El genocidio de Ruanda en 1994,
que costó la vida a 800 000 personas, es un ejemplo.
El
apartheid en Sudáfrica
Sudáfrica
es un caso particular en la colonización europea en África. En el s.XVII,
holandeses se asentaron en torno a la ciudad del Cabo. Esta población se vino a
conocer como los afrikaaners. A
partir del s.XVIII, pese a la resistencia de los afrikaaners, Sudáfrica fue cayendo bajo el dominio británico.
La
discriminación racial se inició en
el régimen colonial y en 1923 los británicos aprobaron diversas leyes que
configuraban un país dividido en grupos raciales con diferentes derechos y
organizados de forma segregada. No obstante, fue en 1948, el año en el que la
mayoría blanca afrikaaner tomó el
control del país, cuando el régimen del apartheid
terminó de configurarse.
Se
prohibió el matrimonio interracial, se establecieron instalaciones segregadas por
raza, y se prohibió el ejercicio de los derechos políticos a la mayoría negra y
a otros grupos no blancos.
La
resistencia negra se articuló en torno al Congreso
Nacional Africano con Nelson Mandela.
Pese a reprimir duramente las protestas de la población negra, el fin de la
guerra fría facilitó el fin del régimen del apartheid.
Estados unidos dejó de temer una Sudáfrica negra prosoviética y cesó en su
apoyo velado al régimen sudafricano. Tras pasaron veintiocho años en la cárcel,
Nelson Mandela fue liberado en 1990, y se inició una transición negociada que
llevó a que en 1994 se celebraran las primeras elecciones libres y
multirraciales en el país. El Congreso Nacional Africano de Mandela formó
gobierno y puso fin al régimen racista sudafricano.