LA TRANSICIÓN (1975-1982)

 La Transición Política a la Democracia (1975-1977) :

La Transición Política española se produjo durante las secuelas de la “Crisis del Petróleo. Consiguientemente cerraron muchas empresas y aumentó el paro. Tras la muerte de Franco, al Franquismo se le planteaba el dilema de la continuidad, la reforma o la ruptura. Los partidarios de la continuidad formaban el “búnker” y apostaban por el mantenimiento del Franquismo sin reformas a pesar del reforzamiento de la oposición política.

El papel del Rey fue clave en la Transición. El Rey refrendó a Carlos Arias Navarro como presidente del gobierno (1975-76), pero éste traicionó las expectativas creadas. Esta incapacidad de Arias Navarro de evolucionar hacia la democracia llevó al rey a cesarle y nombrar a Adolfo Suárez, nuevo presidente de gobierno (Julio de 1976). Suárez, político reformista surgido del Franquismo, llevó a cabo rápidamente una serie de medidas que anunciaban su voluntad de reforma política: amnistía para los presos políticos y promesa de diálogo con la oposición así como de elecciones generales para antes de un año.

El proceso de transición a la democracia estuvo dificultada por la escalada terrorista. Grupos de extrema izquierda (ETA, GRAPO) y de extrema derecha (Matanza de Atocha, Enero de 1977). El otro gran problema de la Transición Democrática fue la cuestión del PCE. Amplios sectores franquistas consideraban que el Partido Comunista no cabía en la Ley de Reforma Política. Suárez tuvo que negociar con Santiago Carrillo la legalización del PCE, y tomó esta arriesgada medida por sorpresa (Abril de 1977).

Las primeras elecciones democráticas después del Franquismo se celebraron el 15 de Junio de 1977. Estas fueron ganadas por UCD, partido formado por Suárez tras la fusión de muchos partidos. El segundo partido más votado fue el PSOE, dirigido por Felipe González y Alfonso Guerra y asumió la dirección de la oposición. La derecha (AP de Manuel Fraga Iribarne) y de la Izquierda (PCE de Dolores Ibárruri y Santiago Carrillo) obtuvieron unos resultados decepcionantes.

La Constitución de 1978:

Fue el fruto de un consenso entre fuerzas políticas de ideologías distintas y que realizaron un importante esfuerzo negociador para conseguir por fin una reconciliación en la España dividida por la Guerra Civil y el Franquismo. Esto condiciona el texto constitucional, bastante largo, detallado y a veces ambigüo.

Las características de la Constitución de 1978 son: España se define como un “Estado social y democrático de Derecho que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político, amplia declaración de derechos: libertad religiosa, de expresión, de asociación, huelga, etc., España es una Monarquía Parlamentaria y democrática en la que el rey prácticamente no tiene poder. Se proclama la soberanía nacional. Estado unitario de las autonomías: se establece el estado unitario con competencias exclusivas en defensa, justicia, etc. Junto a él se reconoce el derecho a la autonomía a las regiones españolas con órganos de gobierno propios y amplias competencias (educación, sanidad, vivienda, etc.

Los gobiernos democráticos y la integración en Europa (1978-1986):

Los Gobiernos de UCD (1979-1982). Tras la aprobación de la Constitución se convocaron nuevas elecciones y Suárez formó el primer gobierno democrático tras el Franquismo. A pesar del importante papel de Suárez durante la Transición, los gobiernos de la UCD entraron pronto en crisis Ante estos problemas Adolfo Suárez dimitió (Enero de 1981), y fue sucedido por Leopoldo Calvo Sotelo.

En la votación de investidura de éste se produjo el intento de Golpe de Estado del 23-F de 1981. El teniente coronel Tejero ocupó el Congreso y retuvo a los diputados durante varias horas, mientras Milans del Bosch decretaba el estado de excepción en Valencia. En dicha crisis fue decisiva la actitud del rey Juan Carlos I que, como jefe del ejército y del Estado, desautorizó el golpe.

Calvo Sotelo, de acuerdo con el PSOE relanzó el proceso autonómico entre 1981-82 ampliando la concesión de la autonomía a 13 autonomías. El PSOE consiguió la mayoría absoluta en las elecciones de 1982 y se mantuvo en el poder hasta 1996 bajo el liderazgo de Felipe González. España ingresaba en la OTAN en 1981 y en 1986 lo hacía en la CEE.