Bajo el título 'Ilustración y Liberalismo 1788-1814', el Palacio Real exhibe hasta el 11 de enero una muestra que retrata un momento triste de la historia de España. Cuando los partidarios de un mal hombre y peor político, Fernando VII, disfrazados de liberales, engañaron a todo el mundo, ilustrados, afrancesados, absolutistas, constitucionalistas... y consiguieron gobernar sin estar en absoluto preparados.
Las consecuencias son terribles: sólo en lo artístico, el país desaparece del mapa con la honrosa excepción de Goya que, paradójicamente, obtiene ganancia estética de este mar revuelto.
Y es que la apariencia de este periodo, guerra incluida, está sin ninguna duda en sus manos con sus 'Desastres', sus majas desconcertadas y sus retratos de monarcas débiles, como alucinados, rebosantes de color y refinado horror rococó.
Aunque esa sigue siendo una de las imágenes mas lúcidas y complejas que se puedan crear sobre la vida política de un país, aquí la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) y Patrimonio Nacional han intentado ofrecer una visión alternativa. Más serena, científica, moderna y liberal y con un solo punto negro, el expolio de los tesoros artísticos por parte del ejército francés durante la Guerra de Independencia.
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