Las Juntas de Defensa del Arma de Infantería (1917-1922): Un ejemplo de pretorianismo político durante el reinado de Alfonso XIII.
Alfonso XIII en un acto con los Cazadores de Victoria Eugenia nº 22, con motivo del nombramiento
de S.M. La Reina como "Coronela honoraria del Regimiento"
de S.M. La Reina como "Coronela honoraria del Regimiento"
INTRODUCCIÓN :
"Las causas de la intervención de los militares
en la política no se encuentran en la naturaleza del grupo, sino en la
estructura de la sociedad. En concreto se encuentra en la ausencia o debilidad
de instituciones políticas de la sociedad."[1]
A principio de Siglo XX en España existía un nivel de
cultura política bajo, caracterizado por el alto diseño y la baja organización.
La pérdida de legitimidad y la baja institucionalización que habían sufrido sus
regímenes políticos durante el siglo XIX fueron consecuencia de la
incorporación de nuevos sectores sociales a la política y estuvieron
acompañados de una débil organización social y política. La sociedad civil no
consiguió estructurarse suficientemente y los partidos fueron incapaces de
representar y canalizar las distintas posiciones e intereses de la sociedad. El
resultado fue la fragmentación y descomposición política de los sectores
sociales dominantes, dándose una situación, ya definida por Finer[2],
según la cual una minoría gobierna de una forma que las masas odian, pero son
demasiado débiles para destruirla. Enfrentada a la indiferencia o al odio, la
oligarquía gobernante se mantiene en el poder apoyándose en el Ejército y, de
esta forma, éste se convierte en su dueño. Así el Ejército era la única fuerza
para proteger al Régimen y las instituciones civiles.
Esta fue la situación que se presentó en la España del
período que nos ocupa, las Fuerzas Armadas, que habían permanecido cómodamente
integradas en el Régimen de la Restauración, pero la tradición intervencionista
del Ejército no se había visto rota. Así, tras la derrota de Cuba en 1898,
volvieron a desempeñar un papel destacado en la política del país. Su
resentimiento contra los políticos, a los que consideraron como los
responsables de la derrota, su oposición a los nacientes movimientos
nacionalistas de catalanes y vascos, su costumbre de realizar labores políticas
y administrativas en las colonias, su oposición a los intentos de reforma
militar y su creciente utilización como fuerza policial en los conflictos
político-sociales, les llevó a implicarse de una manera más intensa en la
política interna de España, llegando a considerarse como el factor decisivo del
Régimen en la medida en que este dependía, para su mantenimiento, del Ejército.
En 1917 en España se produjo una situación de
"Gobierno militar", que Finer define como "Gobierno dual",
al controlar los militares la política del Régimen de forma compartida con el
Gabinete ministerial, mientras que Nordlinger[3]
la define como un tipo de régimen militar, al depender los gobernantes del
apoyo del cuerpo de oficiales para mantenerse en el poder. En mi opinión, el
término que mejor define a la situación
política en España en el periodo 1917-1923 es el de "Pretorianismo
político"[4]
donde los militares no forman gobierno pero influyen de forma decisiva tanto en
su formación como en sus decisiones.
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