Regeneracionismo: Joaquín Costa define su pensamiento en: “despensa, escuela y siete llaves sobre el sepulcro del Cid”. Ortega y Gasset propone europeizar España. Francisco Silvela dimite y le sustituye Sagasta. En esta época hay una crisis de mentalidades, la crisis del 98, pero no afecta ni a la economía, ni a la política. Antonio Maura: conservador, accede al gobierno en 1904, propone una “revolución desde arriba”. Reforma la ley electoral, legaliza la huelga, crea el Instituto Nacional de Previsión, reforma los ayuntamientos y una política de construcción naval. La Semana Trágica de Barcelona (1909): Tras el Convenio de Algeciras, España tiene un protectorado del norte de Marruecos. Después de la derrota del Barranco el Lobo, el gobierno decide enviar más tropas y las concentra en Barcelona, donde se sublevan. Con cientos de muertos y detenidos es ejecutado Ferrer i Guardia. Hay una campaña en contra de Maura (¡Maura No!). Accede al Gobierno José Canalejas (liberal). Reforma el impuesto de consumos y la ley de reclutamiento. Aprueba dos leyes polémicas, la ley del condado y la mancomunidad. Muere asesinado. La crisis de 1917: Crisis militar: El ministro de la Guerra realiza unas pruebas a los oficiales que provocan polémica. Los oficiales de infantería crean las Juntas de Defensa. Cuando se ordena su disolución dan un ultimátum al Gobierno. Entre 1917 y 1923 se produce un pretorianismo político, en el que los militares influyen en la política. En julio de 1917 se produce la convocaría de una Asamblea de parlamentarios en Barcelona y en agosto una huelga revolucionaria, ambos movimientos serán sofocados por el Gobierno. La crisis política era cada vez mayor y en 1921 se produjo la derrota militar de Annual, en el Protectorado de Marruecos con miles de muertos. Se ordenó la instrucción de un expediente de responsabilidades al general Picasso. Todo esto provocó el golpe de Estado del general Miguel Primo de Rivera en septiembre de 1923.
La Dictadura De Primo De Rivera: El Directorio Militar (1923-1925): Declaró el estado de guerra en todo el territorio, sustituyó a todos los gobernadores civiles por militares, que asumieron todo el poder en las provincias, y cambió a la mayor parte de los altos cargos de la Administración por mandos militares. Decretó la suspensión de las garantías constitucionales, disolvió el Congreso y la parte electiva del Senado y estableció una férrea censura de prensa. Hasta el mes de diciembre, el dictador contó, pese a la dureza de las decisiones tomadas, con bastante respaldo popular. El regionalismo fue otro de los problemas que tuvo que afrontar el nuevo régimen reprimiendo las expresiones nacionalistas. El gran éxito del Directorio Militar fue terminar con la guerra de Marruecos tras el desembarco que tuvo lugar en la bahía de Alhucemas. A mediados de 1926 Adb-el-Krim se entregó a los franceses, terminando así la guerra. El Directorio Civil (1925-1930): La Dictadura no encontró una base política para su continuidad y solamente la prosperidad económica explica su supervivencia. Las inversiones en obras públicas, carreteras y obras hidráulicas, son muestra de esa política, pero a costa del crecimiento de la deuda pública. También dentro del Ejército creció el descontento. En otoño de 1929 se desencadenó el desplome financiero internacional. A las manifestaciones estudiantiles se sumó una oleada de huelgas obreras, industriales y los círculosfinancieros criticaban la política gubernamental. El Dictador presentó su dimisión al Rey, el cual la aceptó.
El Gobierno de Berenguer. Se caracterizó por los recortes. Su objetivo era la vuelta al régimen constitucional, como si nada hubiese ocurrido a partir de 1923. Pero ni Berenguer era un hábil político, ni tuvo suficiente apoyo. A lo largo de 1930 la oposición fue creciendo. Los representantes de los principales partidos republicanos firmaron el Pacto de San Sebastián, que tenía como dos puntos básicos: derrocar a Alfonso XIII y convocar unas Cortes constituyentes. Más adelante, los capitanes Fermín Galán y García Hernández se adelantaron y se sublevaron en Jaca. Fácilmente reducidos fueron juzgados y ejecutados. Berenguer presentó su dimisión 1931, siendo sustituido por el almirante Aznar. Éste se limitó a convocar elecciones municipales para el 12 de abril. Las elecciones fueron ganadas en las capitales y grandes ciudades por las listas republicanas. El rey, para evitar un baño de sangre, decide partir al exilio el 14 de abril, día en que se proclama la Segunda República.