Todo empezó por una equivocación. A finales de 1927, un voluminoso
paquete remitido desde Alemania llegó al departamento de Correos de
Varsovia. Las autoridades alemanas pidieron una y otra vez su
devolución, aduciendo que el envío se había producido por error.
Intrigados por tanta insistencia, y aprovechando que era sábado por la
tarde, los agentes del servicio secreto polaco decidieron abrir la caja y
vieron que contenía una máquina de cifrado Enigma.
Después de desmontarla pieza a pieza y estudiarla, la volvieron a montar
cuidadosamente y el lunes siguiente la remitieron a los alemanes.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/10/13/internacional/1350119771.html