2 de mayo de 1808



Desde luego que este es un curioso país. En el día de hoy me han felicitado "como madrileño" por la celebración del 2 de mayo. Y si digo lo de curiosos es por que esta debiera de ser esta una festividad nacional, ya que los españoles se alzaron contra una invasión extranjera. No fueron solamente los madrileños, sería bueno dejarnos de ver siempre la historia de este país en clave autonómica, sino los españoles los que ante la invasión de su patria se alzaron en armas.

Pero claro sonrojaría en más de una autonomía celebrar la resistencia de la Nación española contra el invasor francés, en Madrid, el Bruc, Zaragoza, Bailén o Cádiz, por solamente mencionar algunas de las más importantes, lo de famosas o conocidas mejor dejarlo a un lado.

De ejemplo un botón, y es que mientras que en Europa, esa que teóricamente siempre evoluciona por delante de nuestro viejo y atrasado país, el concepto de nación apenas estaba en mantillas, en esa España de principios del XIX, todavía imperio, se llamaba a luchar a "los españoles" contra el francés y hasta la constitución posteriormente aprobada llamaba españoles a los de "ambos hemisferios" sin distinción alguna de raza.

Este es el texto con el que los alcaldes de Móstoles llamaban al resto de los españoles a tomar las armas en defensa del rey y de la patria, que seguro que a más de uno se le indigesta:

Señores justicias de los pueblos a quienes se presentare este oficio, de mi el alcalde ordinario de la villa de Mostoles. Es notorio que los franceses apostados en las cercanías de Madrid, y dentro de la Corte, han tomado la ofensa sobre este pueblo capital y las tropas españolas; por manera que en Madrid está corriendo a estas horas mucha sangre. Somos españoles y es necesario que muramos por el rey y por la patria, armándonos contra unos perfidos que, so color de amistad y alianza, nos quieren imponer un pesado yugo, después de haberse apoderado de la augusta persona del rey. Procedan vuestras mercedes, pues, a tomar las más activas providencias para escarmentar tal perfidia, acudiendo al socorro de Madrid y demás pueblos, y alistandonos, pues no hay fuerza que prevalezca contra quien es leal y valiente, como los españoles lo son. Dios guarde a vuestras mercedes muchos años. 

Mostoles, dos de Mayo de mil ochocientos y ocho. 
Andres Torrejon 
Simon Hernández