La sede madrileña de CaixaForum acoge la muestra más grande dedicada al pintor en medio siglo - Cuenta con la colaboración del Louvre y el Prado
Si hay un hilo, poderoso y visceral, que une a Goya con el arrebato impresionista, ese fue el que tejió Eugène Delacroix (Charenton-Saint-Maurice, 1798-París, 1863). Artista romántico de impredecible y agreste gusto por el color, visitó España en 1820. Y de aquel viaje, como se verá, una peripecia paradójica, volvió plenamente obsesionado con todas las gamas del negro de las que era capaz el genio aragonés. La influencia, decisiva, serviría a su propósito último: la búsqueda de la esencia de la pintura, la materia y la luz. Tales son las audaces conclusiones que se extraen de la antológica Delacroix. De la idea a la expresión, que hoy se abre al público en CaixaForum Madrid envuelta en el aroma del acontecimiento; es la muestra más grande dedicada al pintor en medio siglo y cuenta con la colaboración del Louvre y el Prado.
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Delacroix/salda/deuda/espanola/elpepicul/20111019elpepicul_4/Tes
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