Antecedentes
Cuando concluyó
Durante 1939 se procedió a una reforma para adaptar a las Fuerzas Armadas a una situación de paz, siendo reducidas el número total de divisiones pasando a tan sólo 24, pero también se procedió a dar de baja a aquel material de difícil reparación por falta de recambios, como los carros soviéticos BT-5, o que se consideraba fuera de utilidad por obsoleto, como algún avión Breguet XIX que milagrosamente había sobrevivido a la guerra. Además se creaban tres ministerios distintos para los tres ejércitos Tierra, Mar y Aire, lo que suponía una decisión más de carácter político que fundada en razones de índole militar, que dificultaría la actuación coordinada en un hipotético conflicto armado.
Cuando comenzó
El Ejército de Tierra
Al acabar
87 Regimientos de Infantería, 12 Regimientos de Caballería, 47 Regimientos de Artillería, 14 Regimientos de Ingenieros, 12 Grupos de Intendencia, 11 Grupos de Sanidad, 10 Unidades Veterinarias, 12 Grupos de Automóviles, 12 Compañías de Defensa Química y 5 Regimientos de Carros.
Además existía una Reserva General que contaba con:
3 Regimientos de Infantería, 3 Batallones Ciclistas, 7 Tabores de Regulares, 5 Regimientos de Caballería, 10 Regimientos de Artillería, 3 Regimientos de Transmisiones, 5 Regimientos de Fortificación, 2 Batallones de Recuperación, 2 Compañías de Recuperación, 1 Compañía de Intendencia y 3 Tercios de
Hay que recordar que los carros más modernos usados en
Se continuaba con la tradición táctica francesa de
Con el inicio del conflicto mundial, y en base a la política internacional de España, comienzan los preparativos para responder a una posible agresión exterior. Se crea
Al final de
El núcleo de Armada española estaba compuesto por seis cruceros, una veintena de destructores y cinco submarinos. Aunque suponía una fuerza naval significativa no era, ni de cerca, la que necesitaba España para proteger los intereses marítimos de una nación que salía de una guerra civil, que había destruido sus recursos y recibía por mar la casi totalidad de sus importaciones. Tampoco era mejor el estado de las bases situadas en tierra desde donde operaban estas naves. No se contaba por tanto ni con acorazados ni, por supuesto, con portaaviones, navío éste determinante durante la guerra, del cual solamente Estados Unidos llegó a fabricar más de 90 unidades.
De los 6 cruceros, sólo tres eran operativos: El buque insignia, el crucero pesado Canarias, el crucero ligero Navarra, y el crucero ligero Almirante Cervera. Los otros tres, el siempre desfasado Méndez Núñez, el crucero Galicia y el crucero Miguel de Cervantes, todos cruceros ligeros de la clase Cervera, se encontraban en astilleros, sin dotación, en una eterna operación de reacondicionamiento. Demasiado lentos, mal armados y peor blindados no eran rivales para otros navíos contemporáneos, como por ejemplo el Hood británico o la clase Dunkerke francesa, una respuesta a la clase Scharnhorst alemana.
En cuanto a los destructores, una cuarta parte tenían una edad que se aproximaba a los veinte años, carecían de valor militar y cumplían funciones de buque escuela. Los destructores eran de
Los submarinos eran muy anticuados, respecto a los de otros países, la mayoría pertenecía a las clases B y C. Como ocurría en el caso de los destructores, Italia también cedió submarinos, la llamada Clase General Mola. Sólo los soviéticos, que no era una de las grandes potencias navales de la época, contaba con hasta 40 unidades de este tipo en el mar Báltico en 1940.
La carencia de oficiales, fruto de la situación producida en España entre 1936 y 1939, la escasez de repuestos y de combustible y, como consecuencia, el bajo adiestramiento de las dotaciones, reducían aún más el valor práctico de
El 8 de septiembre de 1939, estando aún el Gobierno en Burgos, se promulgó una ley que establecía la construcción de cuatro acorazados, dos cruceros protegidos doce cruceros ligeros, cincuenta y cuatro destructores, treinta y seis torpederos, cincuenta submarinos, cien lanchas rápidas, buques auxiliares, pertrechos y repuestos. Por supuesto, este programa nunca se llegó a efectuar por el devenir de los acontecimientos posteriores.
A la vista de la situación política mundial, este programa naval se diseñó como directiva para la creación de una fuerza naval que pudiera jugar un papel decisivo como aliado menor de uno de los bandos en conflicto. El programa se basaba en la ayuda técnica que habría de recibir España, ya que nuestra industria no estaba en condiciones de construir por sí sola buques de guerra modernos de alguna importancia.
No habían hecho más que iniciarse las conversaciones con los italianos para la construcción en España de acorazados de la clase “Littorio”, cuando se inició
El Ejército del Aire
El 12 de mayo de 1939 se hizo una demostración aérea en el aeropuerto de Barajas en el que participaron más de 800 aviones. La ley de 9 de noviembre de 1939 creaba el Ejército del Aire, y posteriormente, el 17 de octubre del 40, también por ley, se organizó el funcionamiento de las diferentes regiones y zonas aéreas. En aquel momento España contaba con unos 500 aviones, al dar de baja a aquellas unidades desfasadas o de difícil mantenimiento. Sin embargo, la situación de bloqueo impidió la renovación del material existente, quedándose poco a poco unos inservibles y el resto anticuados.
Se contaba con unos 172 cazas, entre los que destacaban los italianos Fiat CR-32 y Fiat G.50 o loa alemanes Heinkel 112, Me-109 y Heinkel 51. Pero tanto los CR-32 como los He-51 eran aviones biplanos, obsoletos en 1940, y los otros modelos eran anteriores a 1939, lo que les hacía muy inferiores a aviones contemporáneos como los británicos Spitfire o Hurricane y claramente superados por el FW-190 alemán. Teniendo en cuenta que apenas se pudieron incorporar a las Fuerzas Aéreas española nuevas unidades de caza durante toda la guerra en 1945 estos aparatos no hubieran sido rivales para aviones como el alemán Me-
Las Fuerza Aéreas contaban con 164 bombarderos, entre los que destacan los italianos Savoia 79 , Savoia 81 y Fiat BR 20, y los alemanes Junkers 52 , Heinkel 111 y Dornier 17 . El que mejores prestaciones tenía de todos ellos era el alemán He-111, pero éste y el resto de unidades eran bombarderos pensados para un apoyo a tierra, no eran bombarderos estratégicos, como posteriormente desarrollaron británicos (Hallifax o Wellington) y americanos (B-17 o B-29). Estas unidades fueron las que arrasaron Alemania durante la guerra. Además la utilización de los bombarderos en España seguía la doctrina alemana y soviética, que indicaba que debían apoyar los avances de las tropas de tierra, no como los aliados occidentales, partidarios del bombardeo estratégico de instalaciones y objetivos enemigos.
En total, junto con los aviones capturados a los republicanos (principalmente Polikarpov I-15 e I-16) y los de cooperación, se contaba con unos 493 aviones, a los que se añadirían los que quedaron internados durante el conflicto y no estuvieran muy dañados. Como caso anecdótico un FW-200 Cóndor alemán.
Si bien durante
Bibliografía
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CARDONA, Gabriel. El gigante descalzo.
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PAZ CRISTOBAL, Fernando. Europa bajo los escombros. Madrid, Altera, 2008.
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