Operación Feuerzauber

Primeros contactos y el envío de ayuda alemana.

El inicial fracaso del golpe del 18 de julio hizo pensar a los generales sublevados que serían necesarias ayudas exteriores para conseguir la derrota del Gobierno republicano.

El 22 de julio Franco enviaba un primer mensaje al Gobierno alemán solicitando ayuda. El general Juan Beigdeber, futuro ministro de Asuntos Exteriores, se lo comunicaba al agregado militar alemán en París, general Kühlenthal. Se solicitaban diez aviones de transporte pesado capaces de transportar el mayor número de pasajeros. Para insistir sobre el tema Franco decidió enviar un representante a Berlín, el capitán Francisco Arranz, además de dos destacadas personalidades alemanas residentes en Marruecos, Adolf Langenheim y Johannes Bernhardt. El viaje se hizo en un Junkers 52 de Lufthansa, pilotado por el capitán Henke, llegando a su destino el día 24, después de dos escalas en Sevilla y Stuttgart.

Ese mismo día el ministro alemán de asuntos exteriores respondía negativamente a la petición del general Beigdeber, es comprensible que los tres enviados por Franco a Berlín fuesen recibidos con muy poco entusiasmo. Es evidente que en Wilhelmstrasse se tuviesen ciertas simpatías por los sublevados, pero pesaba más el deseo de mantener buenas relaciones con el vencedor, fuera el que fuese, y sobre todo mantener sus intereses en Marruecos. Además en ese momento apenas acababa de empezar la producción armamentística alemana y el envío de material representaba un considerable sacrificio para Alemania.

Pero la negativa hizo que Langenheim, quien era Ortsgruppenleiter para Marruecos apelase al Gauleiter Bühle, el cual organizó una reunión con Rudolf Hess. Hess decidió enviar directamente a los enviados de Franco a ver a Hitler, el cual se encontraba en mitad del Festival de Bayreuth. Se reunió un consejo in situ formado por el ministro la Guerra, general von Blomberg, el ministro del Aire, Hermann Goering, y el almirante Canaris. Este último como nuevo jefe de la Abwehr venció las reticencias del resto de asistentes. Se decidió que la ayuda sería inmediata y secreta. Para darle una cierta cobertura legal se decidió que el envío de material se haría a través de organizaciones privadas.

En la tarde noche del 26 de julio se fijaron los principales ejes de la ayuda alemana. Los presentes a esta reunión fueron el general Keitel, delegado de von Blomberg, Goering, Canaris y el general Milch, representante del Reichsluftfahrtministeriu. La operación Feuerzauber (1) se ponía en marcha. Con la tradicional eficacia alemana se tardó menos de una semana en comenzar la ayuda. El general Helmuth Wilberg fue el encargado de la formación del Sonderstab W que se concentraría en el envío de material y voluntarios a España. Paralelamente se ponían en funcionamiento dos compañías comerciales. La española HISMA, radicada en Sevilla tenía como director a Bernhardt, sería responsable de envío de suministros, alojamiento y salarios de los voluntarios alemanes, además de actuar de enlace entre Franco y el Sonderstab W. También la alemana ROWAK encargada de la cooperación financiera y económica. La empresa fue dotada por el ministerio de Finanzas alemán con la nada desdeñable cifra de tres millones de Reichsmarks.

Ayudas extranjeras:


La primera ayuda que se envió superó con creces la petición inicial de Beigdeber de diez aviones de transporte, los alemanes enviaron 20 Ju-52 pilotados por tripulaciones de Lufthansa bajo el mando de Rudolf von Moreau. El primer avión despegó del aeropuerto berlinés de Tempelhoff el 27 de julio con el Flugkapitän Heinke a los mandos, llegando a Ceuta el día siguiente e incorporándose al puente aéreo inmediatamente.

Mientras tanto el partido realizaba desde el día 27 de julio una discreta pero efectiva labor de captación de voluntarios. Dos días después un primer contingente de 86 hombres estaban listos para partir bajo en mando del comandante Alexander von Scheele, un veterano piloto de la Primera Guerra Mundial que hablaba un correcto español por haber residido en Argentina.

El 31 de julio el general Milch en persona despidió a estos voluntarios, los cuales embarcaron en el puerto de Hamburgo en el vapor Usaramo de la compañía Wehrman. El barco además llevaba en sus bodegas seis cazas biplanos Heinkel He-51, 20 cañones antiaéreos de 20mm y alrededor de 100 toneladas de distinto material de guerra. El vicealmirante Karls fue el encargado de dar escolta naval a este buque con el crucero Deutschland y los destructores Leopard y Luchs. Una vez desembarcados en Cádiz el 6 de agosto el grupo continuó viaje por ferrocarril hasta Sevilla.

Los Junkers Ju-52

De los primeros veinte enviados diez de ellos fueron llevados a Sevilla por pilotos de Lufthansa bajo las órdenes del teniente von Moreau. Realizaron tres o cuatro vuelos diarios entre Sevilla y Tetuán para el transporte de tropas. Fueron capaces de transportar hasta 40 hombres (2) por vuelo en vez de los 17 pasajeros normales. A finales de semana y debido a la fatiga de vuelo y los fuertes vientos quedaban siete Junkers en condiciones de volar. Cinco al cabo de quince días y sólo cuatro al cabo de un mes. Además el 15 de agosto un Ju 52 se estrelló en Jerez de la Frontera, murieron el piloto Helmut Schultze y su mecánico Herbert Zech.

El Paso del Estrecho:


La situación se hacía más tensa, ya que pese a no ser oficial el Gobierno republicano conocía de esta ayuda y Lufthansa todavía tenía una ruta a Madrid. El 9 de agosto llegaba a Madrid el Ju-52 D-AMYM pilotado por von Bastian. Después de conferenciar con el delegado de Lufthansa en Barajas Georg von Winterfeld el avión despegó rumbo Sur. Pero debido a un error el avión aterrizó en Badajoz donde los milicianos lo confiscaron y enviaron de vuelta a Madrid. Pese a liberar a la tripulación el avión quedó confiscado y fue repintado con los colores republicanos. Sin embargo fue destruido en un bombardeo sin que aparentemente fuese usado por las fuerzas aéreas republicanas.

Las órdenes del generar Milch fueron precisas: “Los voluntarios deben transportar las tropas de Franco y protegerlas. Queda prohibido buscar combate, sólo queda permitido el combate en caso de un ataque a los transportes” Sin embargo el acorazado republicano Jaime I intentaba dificultar el vuelo usando sus baterías antiaéreas. El 10 de agosto las tripulaciones recibieron bombas de 250 kilos, que podían ser instaladas en dos montajes triples, llevando por tanto seis bombas cada aparato. Por órdenes de von Moreau dos aparatos fueron transformados en bombarderos. Despegaron el 13 de agosto a las 16.10 y 16.15 horas, pilotados por von Moreau y Hencke. Después de un vuelo de 50 minutos y desde una altura de 500 metros dos bombas impactaron en el acorazado Jaime I que tuvo que ser remolcado a Cartagena con unos 15 muertos a bordo.

Como resultado de este éxito otros cuatro Ju 52 fueron transformados en bombarderos. Un de ellos se tomó del grupo de transporte y otros tres eran nuevos recién recibidos de Alemania. Estos seis aparatos formaron el primer escuadrón de bombarderos Ju-52, bautizados como Pedro I, II y III y Pablo I, II y III. Von Moreau tomo el mando del primer grupo y el oberstleutnant Rudolf Jüster del segundo. Los otros pilotos fueron Josef Schmitz, Hans Hemmel, Hencke y Hajo Hermann.

El 18 de agosto Hencke atacaba posiciones republicanas cercanas a Badajoz. En la noche del 20 al 21 de agosto von Moreau cargó su aparato con suministros y municiones. Despegó del aeródromo de Tablada y llegó a Toledo volando a una altitud de 4,000 metros y con los motores apagados. Planear con un Ju-52 no es nada fácil y la carga lanzada para socorro de los sitiados cayó en zona republicana. De regreso a Sevilla von Moreau volvió a cargar el aparato, pero esta vez los suministros fueron alojados en contenedores metálicos alargados. Volando hacia el Este entró a Toledo desde la zona republicana y lanzó la carga a una altitud de 500 metros cayendo en el patio del Alcazar.

El 23 de agosto von Moreau llevaba a cabo el primer ataque aéreo sobre Madrid alcanzando el ministerio de la Guerra, repitiendo el mismo ataque posteriormente con tres aparatos. Hans Voelekers protestó y solicitó a su Gobierno que los Ju 52 abandonasen las misiones de ataque mientras siguiese el servicio regular de Lufthansa. Al día siguiente Canaris recibía al Conde Ciano y esa misma noche se cancelaba la orden del general Milch. Se legalizaba así la situación y los pilotos alemanes tenían ahora las manos libres para volar.

El 29 de agosto volvían a bombardear Madrid, en esta ocasión causando numerosos muertos. El 7 de septiembre participaban en un ataque al aeródromo de Cuatro Vientos, que dejó tres Dewoitine y tres Nieuport destruidos. El 24 de septiembre todos los Ju-52 bombardeaban el aeródromo naval de Bilbao. La operación Feuerzauber tocaba a su fin y los voluntarios alemanes se integrarían en la Legión Condor teniendo como primera base Ávila.

Los Heinkel He-51

Los He-51 tuvieron que ser montados in situ y luego probados por los pilotos alemanes Eberhardt, Knüppel, Trautloft, von Houwald, Hefter y Klein. La labor mecánica estuvo supervisada por el jefe de los mecánicos de Heinkel Winkler. Se montaron con grandes dificultades al perderse algunas piezas y tener que ser fabricadas nuevamente, destacando el talento y la capacidad de improvisación del teniente Kraft Eberhardt. El 15 de agosto se entregaban oficialmente los seis aparatos a los pilotos españoles Rambau, García Morato, García Prado, Salvador y Ramiro Pascual. Teóricamente la labor de los alemanes había concluido.

El 18 de agosto García Morato obtenía dos victorias en el sector de Granada sobre un Potez 54 y un Nieuport 52 y Salvador tres en el sector de Mérida sobre dos Breguet XIX y un Nieuport. Sin embargo debido a los malos aterrizajes de algunos pilotos que dañaron los aparatos Eberhardt obtuvo permiso del general Kindelán para tomar parte en las misiones.

El 22 de agosto despegaban por vez primera desde Escalona del Prado cinco He-51 tripulados por alemanes. El 24 de agosto tres aparatos pilotados por Rambau, García Morato y Ramiro Pascual escoltaron a los Ju-52 en el ataque a Cuatro Vientos. El ataque fue bien pero el avión de Rambau fue alcanzado por la defensa antiaérea y Ramiro Pascual volvió a dañar el aparato en el aterrizaje, el segundo en una semana. Los pilotos alemanes mostraron su disgusto a von Scheele y consiguieron que los tres restantes He-51 volvieran a manos alemanas. Eberhardt, Traütloft y Knüppel formaron los “Cazadores del Guadarrama”.

El 25 de agosto Eberhardt derribaba un Breguet XIX y al día siguiente Knüppel obtenía su primera victoria y Eberhardt su segundo Breguet. El 27 de agosto Knüppel derribaba el Nieuport del joven voluntario británico Brian Douglas Griffin. En ese momento los únicos aparatos capaces de enfrentarse a los He-51 eran los Loire 46 y Dewoitine 371 y 372, los cuales operaban en el Escuadrón Malreaux y el Escuadrón internacional Martín Luna. Pero había muy pocos de estos aparatos y los pilotos tampoco destacaban por su pericia. Mientra en Escalona los aviones, suministros, munición y gasolina descansaban tranquilamente al aire libre bajo la sombra de alguna línea de árboles.

Un error se produjo el día 27 de agosto cuando uno de los Heinkel derribó un De Havilland D.H. 89 Dragon Rapide ¡Al cual debía escoltar! El 28 de agosto la escuadrilla de Eberhardt sorprendió a dos Potez 54 en el sector de Guadarrama a apenas 100 metros sobre el suelo. Los tres aparatos se concentraron el segundo de los bombarderos que fue derribado. El día siguiente se produjo en el mismo escenario un encuentro entre los He-51 y otro Potez. Pero el 30 de agosto los pilotos alemanes sufrieron su primer revés cuando un Dewoitine derribó a Trautloft, el cual pudo saltar en paracaídas y desquitarse al día siguiente al derribar un Nieuport.

Legion condor 1:


El 1 de septiembre la unidad fue trasladada a Cáceres, más alejados del frente. Además se recibían nuevos aparatos, en esta ocasión 9 He-51, lo que permitía la formación de una escuadrilla totalmente alemana con la intervención ocasional de García Morato y Salvador. El 2 de septiembre García Morato derribaba un Nieuport en el sector de Talavera.

Se le confió a Von Houwald una Schwarm. Así el 5 de septiembre von Houwald derribaba un Nieuport y un Breguet, mientras Knüppel hacía lo propio con un Loire 46. Al día siguiente era un Potez 54 en Talavera mientras Eberhardt derribaba otro en Navalmoral de la Mata. Los demás He-51 aseguraron la escolta y protección de los Ju-52 desde Navalmoral a Talavera en su labor de apoyo al avance sobre esta ciudad. A su vez el Estado Mayor fue trasladado de Sevilla a Cáceres con von Scheele a la cabeza, quedando el comandante Deichmann a cargo de las oficinas en Sevilla que ocupaban buena parte del Hotel Cristina.

El día 17 de septiembre tuvieron los miembros del grupo de Cazadores del Guadarrama un desagradable encuentro con varios Dewoitine y Furies. Pero esa noche Knüppel hacía descender detrás de las líneas nacionales un Nieuport. El 23 de septiembre los He-51 abandonaban la base de Ávila para trasladarse a Vitoria y apoyar a las tropas de Mola. El 26 de septiembre von Houwald, Hefter y Klein se topaban con un Vickers Vildebeest, un Breguet y un Nieuport, pese a que los pilotos alemanes reclamaron su derribo los tres aviones regresaron a su base, aunque el Breguet contaba con 21 impactos.

El día 27 de septiembre se recibían de refuerzo seis aparatos y seis pilotos. El escuadrón contaba entonces con 15 pilotos y 17 aparatos. Se dividió la unidad en dos, una al mando de Eberhardt con base en Barahona y otra al mando de Trautloft con base en León y con misión de escoltar los suministros y bombarderos con destino a Oviedo. Los españoles recibieron entonces los tres He-51 que quedaban del primer envío formando una escuadrilla con García Morato, Salvador y Salas Larrazabal. Comparados con los italianos Fiat CR. 32 tenían muchas menos prestaciones y desde el 2 de octubre los pilotos españoles sólo volaron con aviones de fabricación italiana.

El 28 de septiembre se producía la primera baja cuando Hefter literalmente se empotraba en la Plaza Mayor de Vitoria, la causa fue atribuida a un fallo mecánico en el motor (3). El 29 y 30 de septiembre Eberhardt y Trautloft derribaban cada uno un Potez 54 en el frente de Madrid.

El 19 de octubre Knüppel y los aviones con base en Zaragoza habían interceptado una docena de aviones republicanos. Por su parte Henrici se adjudicaba el derribo de un Fokker de tres motores, un Breguet y un Nieuport, mientras von Houwald derribaba dos Nieuport. Terminado el puente aéreo en Marruecos los nacionales concentraron su aviación en la zona de Madrid y el día 25 de octubre las Fuerzas Aéreas nacionales desfilaron encima de la capital con 48 bombarderos y 32 cazas. Por la tarde lo hacían con casi 100 aparatos. Pero los aviones rusos ya estaban en España y el 28 de octubre un Tupolev SB-2 realizaba un ataque sobre el aeropuerto sevillano de Tablada. El Tupolev era más rápido que los CR. 32 y por consiguiente mucho más que los He-51. La supremacía aérea alemana tocaba a su fin.

Legion condor 2:


Otra ayuda alemana

Desde septiembre los Ju-52 y He-51 no eran los únicos aviones alemanes en España. Llegaron 20 He-46 que fueron entregados a los pilotos nacionales. También seis He-45B que formaron un escuadrón de reconocimiento. El 18 de septiembre el mercante alemán Wigbert descargaba en el puerto de Cádiz un Heinkel He-59B-2 y un He-60E y a Jerez llegaban un He-50 y un Henschel Hs-123. Además cinco viejos Junkers W34 de transporte hicieron servicios de correo y reconocimiento meteorológico.

El 30 de agosto llegaba una nueva estación de radio para remplazar a la de Lufthansa que tenían poca potencia. En Sevilla el Pfleifgleiter Fläschendränger creaba una escuela para formar personal de comunicaciones. También el teniente Hajo Herrmann constituía un grupo de instrucción antiaéreo especialmente dedicado a los cañones de 20 mm. En octubre llegaba la primera batería de 88 mm que era instalada en el aeródromo de Tablada.

En el aspecto técnico el capitán Deichmann llegaba a España con un ingeniero aeronáutico y dos oficiales especialistas para prestar ayuda en los astilleros nacionalistas.

A finales de septiembre el primer destacamento del Heer desembarcaba en España con 122 hombres de los regimientos 4º Schweinfurt y 6º Neuppin formando dos compañías con 41 Panzer I, una compañía de transporte y un grupo antitanque con 20 piezas Pak 36 (4). En octubre llegaba otra compañía acorazada, un grupo de reconocimiento y otro mecánico, además de varios cañones más. El Oberstleutnant Ritter von Thoma tomo el mando del batallón de tanques el 20 de septiembre.

Además numerosos instructores enseñaron a los cadetes de las academias militares, especialmente en Ávila sobre las teorías de Guderian y Tukhachevskiy. Además de enviar informes sobre los defectos del Panzer I y su comparación con el ruso T-26B(5)

Con la llegada del material soviético la esperanza de acabar rápidamente con la guerra se esfumaba, en septiembre todavía había opciones de ocupar la capital, en octubre ya había pasado. El 30 de octubre se encargó al almirante Canaris que trasmitiese a Franco que Alemania estaba dispuesta a enviar más refuerzos y material pero con la condición de que fuesen perfectamente independientes y que solamente recibiesen órdenes personalmente de él. Pese a que tal exigencia resultaba en cierto modo humillante para los nacionales a Franco no le quedaba más opción y aceptaba. Acababa de nacer la Legión Condor.

NOTAS:

(1) El nombre de Feuerzauber corresponde a una pieza de la opera Sigfrido de R. Wagner, ya que se supone que Hitler decidió el envío de ayuda mientras se interpretaba esa escena en el Festival Wagneriano de Bayeruth.

(2) Los regulares tuvieron que ser transportados con toda su impedimenta calderos, cazos, juegos de te, bolsas de azúcar, sacos de harina y cierto número de ovejas ¡vivas!.

(3) Realmente el teniente Hefter al realizar una maniobra para una ofrenda sobre la plaza chocó su tren de aterrizaje con unas chimeneas. Además de él murieron dos civiles españoles Antonio Peral Maza y Vicente Lopéz de Lacalle

(4) 37 mm pak (panzerabwehrkanone) 35/36 L/45 http://www.guerracivil1936.com/web/index.php?option=com_content&task=view&id=98&Itemid=118

(5) El carro de combate T-26B: http://www.guerracivil1936.com/web/index.php?option=com_content&task=view&id=177&Itemid=119


BIBLIOGRAFÍA:

R. Arias Ramos La Legión Condor en la Guerra Civil Ed. La Esfera de los libros, 2003.
P. Elstob La Legión Condor en España 1936-1939 Ed. San Martin, 1973.

C Caballero Jurado The Condor Legion Ed Osprey, 2006.
O. Bruña Royo Vitoria Septiembre de 1936, Hefter fue el primero. Revista de Historia Militar. Septiembre 2000.
Klaus Maier La Legión Cóndor y la guerra aérea Conferencia pronunciada en el seminario "La Guerra Civil Española en su contexto europeo" de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander en el verano de 1992.
J. Arráez Cerdá Les chasseurs de la Légion Condor Ed. Ouest France.
L. Molina Heinkel He 60 Ed. Quiron,
J.M. Solé i Sabaté España en Llamas. Ed. Temas de Hoy, 2003.
J. Dressel The Luftwaffe Album Ed, Brockhampton 1999.
J.M. Martínez Bande La Marcha sobre Madrid Ed, San Martin, 1984.
C. Shores Las fuerzas aéreas en la Guerra Civil Española Ed, San Martín, 1979.
B. Pecker Crónica de la aviación española Ed. Silex, 1998.
J. Abellán Aviación española Ed. Doncel, 1970.

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