1492 fue un hito en la
historia de España, significando el definitivo tránsito entre la Edad Media y
la Edad Moderna. Tres fueron los acontecimientos claves en ese año: la
conquista del reino nazarí de Granada, la expulsión de los judíos y el
descubrimiento de América.
1.- La conquista del reino de Granada:
La guerra tuvo mucho que ver con el hecho de que, al
mismo tiempo que los reinos cristianos se habían pacificado y reorganizado, el
reino de Granada se enfrentaba a la crisis dinástica de los últimos sultanes
nazaríes, concretada por la lucha de poder entre estos tres personajes
emparentados: Muley Hacén, Boabdil y “el Zagal”. En 1481 se reactivó la guerra,
una vez concluida la guerra civil castellana. A partir de 1483 los Reyes
Católicos se propusieron hacer de la conquista de Granada su primera gran
empresa política. En ella utilizaron todos los recursos de Castilla y Aragón. A
pesar de mantener muchos rasgos medievales, fue una de las primeras guerras que
puede considerarse moderna, por el armamento, fueron decisivos los asedios
resueltos con artillería, y tácticas empleadas, destaca Gonzalo Fernández de
Córdoba “El Gran Capitán”.
Primera fase, de 1482 a 1487
Conquista de la parte occidental del reino (actual provincia de Málaga,
Loja y la Vega de Granada), aunque las conquistas territoriales se hicieron
esperar hasta 1485.
En abril de 1483, en medio de las disensiones internas, y con el fin de
adquirir prestigio, Boabdil intenta sin éxito tomar Lucena, cayendo prisionero.
Los Reyes Católicos hacen una jugada que demostró ser decisiva: lo liberan tras
asegurarse su alianza, incluyendo el pago de tributos. Desde Almería, hará la
guerra a su padre el sultán Muley Hacén.
Esta fase se cierra con la conquista de Málaga (1487). Esta plaza era
especialmente significativa por ser el principal puerto y por la reducción a
esclavitud de la mayoría de sus habitantes.
Segunda fase, de 1488 a 1490
Consistió en la conquista de la parte
oriental del reino (actual provincia de Almería) y el resto del territorio,
excepto la capital. El Zagal se rendía a los Reyes Católicos, pasando a su
servicio desde su señorío de Andarax. Granada quedaba totalmente aislada.
Tercera fase,
de 1490 a 1492
Limitadas las operaciones al asedio de
la ciudad, dirigido desde el campamento-ciudad de Santa Fe. Con más intrigas
que acontecimientos militares, los Reyes Católicos exigieron a Boabdil la
entrega de la ciudad en cumplimiento de sus tantas veces renovados pactos.
El 25 de noviembre de 1491 fueron
firmadas las capitulaciones, que concedían además un plazo de dos meses para la
rendición. Esta se hizo efectiva el 2 de enero de 1492.
2.- Expulsión de los judíos:
A raíz del asalto a las
juderías de finales del siglo XIV muchos judíos se habían convertido al
cristianismo. En 1478 en la visita que realizaron los reyes a Sevilla pudieron
ver la tensión existente, los conversos eran acusados de judaizar. Ese mismo año
obtenían del papa Sixto IV el permiso para nombrar inquisidores en Andalucía,
aunque este tribunal existió en Aragón desde 1242 fue en 1483 cuando se
introdujo definitivamente en la Corona y en 1487 en Barcelona. Los inquisidores
generales eran nombrados por los monarcas y fue un tribunal que siempre estuvo
bajo su dirección.
Pese a la persecución,
condenas (sambenitos) y ejecuciones (autos de fe) se tomó una medida más
drástica, esta fue la definitiva expulsión de los judíos de todos los
territorios bajo su Gobierno en marzo de 1492 (Edicto de Granada), salvo
conversión. Se calcula en unas 100.000 personas las expulsadas que formarán el
pueblo sefardí.
3.- El descubrimiento de América:
En primer lugar hay que destacar una serie de factores técnicos como la
mejora de la cartografía, los instrumentos de navegación como la brújula y el
astrolabio y la mejora en la construcción naval con la aparición de la nao y la
carabela. Entre las causas económicas hay que señalar la necesidad de buscar
una nueva ruta hacia las Indias (ruta de las Seda), debido a que con la
conquista de Constantinopla en 1453 los turcos acaparaban la llegada de
productos orientales de lujo como la seda o las especias. Por último están los
factores políticos e ideológicos. El fin de la Reconquista produjo un ambiente
de euforia sobre todo en Castilla que rivalizaba con Portugal como nueva
potencia atlántica. Además, la cultura humanística impulsaba la curiosidad
científica y los reyes favorecían las exploraciones cartográficas.
El descubrimiento
La figura fundamental será Cristóbal Colón, marinero de discutido origen
genovés, llegado a Portugal en 1476. Presentó su proyecto de llegar a Catay
(China) entre 1483 y 1485 al rey Juan II de Portugal que lo desestimó. Lo
cierto es que parece que debía haber algún tipo de pre-descubrimiento o noticia
de las tierras del oeste, bien por los relatos de la antigua presencia vikinga
en América (Terranova y Groenlandia) o bien por alguna expedición o
descubrimiento accidental portugués.
Colón se trasladó a Castilla llegando a Palos de La Frontera en 1485 y
entrando en contacto con los monjes franciscanos del monasterio de La Rábida,
que le acercaron a la Corona. Su proyecto estudiado por una Junta fue
desestimado por dos veces. Gracias al apoyo entre otros del duque de Medina
Sidonia consiguió una nueva entrevista con los reyes y firmar las
capitulaciones de Santa Fe el 17 de abril de 1492. En ellas Colón recibía entre
otras prerrogativas: el título de Almirante en todas las islas y tierras «que
por su mano e yndustria se descubrieran o ganaran», el título de Virrey y
Gobernador General de todas las tierras que descubriese, con la facultad de
proponer ternas de candidatos a la elección real para cubrir todos los cargos
de gobierno que debieran nombrarse en dichas tierras o la décima parte de todas
las riquezas que se descubriesen y la misma proporción de los beneficios del
comercio en los límites del Almirantazgo.
Entre los documentos expedidos por los
Reyes Católicos el 30 de abril de 1492 sobresale una provisión dirigida a los
vecinos de Palos de la Frontera, que les ordenaba servir con dos carabelas
durante doce meses, en virtud de unas penas impuestas con autoridad. El costo
de la expedición fue estimado en 2.000.000 de maravedíes, más el sueldo de
Colón. En contra de la idea popular de que fue sufragado por «las joyas
de Isabel la Católica», la mitad de dicho dinero lo prestó Luís de
Santángel con fondos de la Santa Hermandad, la cuarta parte la aportó el
mismo Colón -que los pidió prestados-, y la cantidad restante probablemente la
derramaron banqueros y mercaderes italianos residentes en Andalucía.
Fue Martín Alonso Pinzón quien contrató
los barcos. La expedición partió con tres barcos, dos carabelas y una nao: una
flota de configuración similar a la utilizada por Bartolomé Dias en 1487-1488.
La nao era La Santa María, propiedad de Juan de la Cosa, natural de
Santoña, pero vecino del Puerto de Santa María. La carabela de menor tonelaje
era La Niña, propiedad de Juan Niño, vecino de Moguer, y la pagaron
los vecinos de Palos. La Pinta era de Cristóbal Quintero,
vecino de Palos, y probablemente fue requisada, pues su dueño iba en el viaje «de
mala voluntad». La tripulación apenas excedía los 100 hombres.
La expedición partió de Palos el 3 de
agosto de 1492 y el jueves 6 de septiembre, los expedicionarios partieron desde
La Gomera hacia lo desconocido. La noche del 11 al 12 de octubre a las dos de
la madrugada, Rodrigo de Triana, dio la voz de «tierra»: una
isla del archipiélago de las Bahamas, que bautizó con el nombre de San
Salvador (Guanahaní, actual isla Watling) la travesía habría durado 34
días. Tras esta primera toma de contacto con las tierras del Nuevo Mundo, la
expedición se dedicó a explorar la zona. Y a partir del día 14
descubrió cuatro nuevas islas que Colón bautizó con nombres religiosos y
políticos: Santa María de la Concepción (actualmente Cayo
Rum), la Fernandina (Long), Isabela (Crooked)
y Juana (Cuba)
Primero Martín Alonso Pinzón, y poco
después el propio Colón arribaron a Haití, a la que éste bautizó como La
Española. Sin embargo, los planes de Colón se vieron profundamente
alterados el día de Navidad, por un lamentable accidente La Santa Maríaencalló
y fue imposible recuperarla, como en La Niña no había espacio
para los tripulantes Colón hubo de tomar una importante decisión: fundó la
primera colonia en tierras del Nuevo Mundo, el Fuerte de Navidad,
donde quedaron 39 hombres al mando de Diego de Arana. El 16 de enero la
expedición emprendió la travesía de vuelta.
Colón acabó llegando el 4 de marzo a
Lisboa, ciudad en la que finalmente se vio obligado a entrar. Allí se
entrevistó con Juan II quien, con amenazas y promesas, trató de beneficiarse
del descubrimiento. El 15 de marzo entró en Palos e informó a los Reyes
Católicos en Barcelona, a finales de abril.
Los viajes
menores y los acuerdos con Portugal
Rápidamente los Reyes Católicos
solicitaron del papa que confirmara su soberanía sobre las tierras
descubiertas. La bula Inter Caetera, de mayo de 1493,
entregaba a Castilla el derecho a tales tierras y a las que se descubriesen, a
partir de un meridiano a 100 leguas al oeste de las Azores. Sin embargo, la
protesta portuguesa hizo que en 1494 se firmase el acuerdo de Tordesillas
modificando la línea a 300 leguas, lo cual incluía Brasil.
En el segundo viaje acabaron embarcando
más de 1.200 hombres en un total de 17 buques, de los cuales 14 eran carabelas
y 3 naos dejando las Canarias el 13 de octubre de 1493. Tras llegar a la
isla Deseada, la expedición recorrió casi todo el arco de las Antillas Menores
hasta Puerto Rico y el 22 de noviembre llegó a La Española.
Para comprobar que el Fuerte de Navidad había sido
arrasado y que toda su guarnición había perecido. El 6 de enero de 1494, fundó
el primer asentamiento en el Nuevo Mundo, bautizado como La Isabela,
al norte de la actual República Dominicana.
Se produjo un tercer viaje iniciando la
singladura el 30 de mayo de 1498 desde Sanlúcar de Barrameda. Pero la situación
de los colonos se había complicado tanto que los monarcas decidieron nombrar
como juez a Francisco de Bovadilla, comendador de Calatrava, quien todavía
tardó algún tiempo en iniciar un viaje que le llevó a Santo Domingo el 24 de
agosto de 1500.
A su llegada, Bovadilla destituyó a
Colón y a sus hermanos de sus cargos. Confiscó todos los bienes del descubridor
y le sometió a proceso sin darle posibilidad de defenderse, acusándole de
tiranía y malos tratos contra los colonos. Finalmente fueron embarcados hacia
Castilla, cargados de grilletes. Los Reyes Católicos desautorizaron semejantes
medidas y la dureza utilizada contra Colón. Decidieron destituir a Bovadilla,
pero aprovecharon la coyuntura para retirarle a Colón la mayor parte de sus
prerrogativas.
Colón empezó a preparar la expedición
para su cuarto y último viaje en octubre de 1501. Contó con cuatro carabelas y
unos 140 tripulantes, que salieron de Sevilla el 13 de abril de 1502 y tocaron
tierra al otro lado del Atlántico el 15 de junio siguiente. El viaje fue el más
azaroso de todos y a su regreso no volvería a cruzar el Atlántico. El Almirante
vivió sus últimos días en una situación precaria, hasta que murió en Valladolid
el 20 de mayo de 1506 en Valladolid.
América bajo
el control de la Corona
Desde 1502 el estado comenzó a nombrar
gobernadores y pasó a controlar directamente el nuevo territorio. Desde Santo
Domingo partirán casi todas las expediciones hacia Tierra Firme en
los años siguientes.
En 1503 se estableció en Sevilla la Casa
de Contratación, organismo múltiple encargado de todo lo referente a América.
Era aduana, almacén para preparar las naves, casa de control de emigrantes,
escuela de pilotos, centro de cartografía, depósito de mercancías e institución
encargada de recaudar el quinto real, el 20% de los beneficios de comercio
americano, que iban a parar a las arcas reales. Todas las expediciones hacia
América debían partir obligatoriamente de Sevilla, elegida por su tradición
comercial y por ser puerto seguro, dad su situación interior.
Los colonos, en su mayoría andaluces,
extremeños y vascos, comenzaron a ser seleccionados por la Casa de
Contratación. Recibían tierras, y se les entregaba un grupo de indios, encomienda,
teóricamente para ser evangelizados a trabajos e instruidos, pero que en la
práctica fueron obligados a trabajos forzosos. El trabajo, la brutal
modificación de sus formas de vida, pero sobre todo las enfermedades traídas
por los europeos produjeron una auténtica hecatombe. Sólo a partir de 1511
gracias a las denuncias de los monjes dominicos, como fray Bartolomé de las
Casas, se mejoró su situación. En 1512 las Leyes de Burgos proclamaban la
libertad de los indios, pero los abusos y las denuncias siguieron sucediéndose.
El mapa de América quedó completado
entre 1508 y 1516; Alonso de Ojeda reconoció la costa venezolana y Diego Ponce
de León exploró La Florida. En 1515 Vasco Núñez de Balboa partiendo
de Darién atravesó el istmo de Panamá descubriendo el océano Pacífico.
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