La Segunda Revolución Industrial (1870-1914)


La Segunda Revolución Industrial se inició hacia 1870 y no fue protagonizada exclusivamente por Gran Bretaña sino que tuvo también actores destacados en otras economías. Presenta características similares a las de la Primera Revolución Industrial. Destacan las innovaciones en los transportes (primeros automóviles) y el avance de la urbanización. El papel del cambio técnico fue el más importante: aparecieron nuevos sectores productivos (acero, electricidad, química, petróleo…), cambios en la producción (grandes empresas, organización científica, etc.) y cambios en el consumo (alimentos enlatados, refrigerados, primeros electrodomésticos…).

A diferencia de la Primera, la Segunda Revolución Industrial necesitó una sólida base científica, por lo que se fueron estrechando los lazos entre ciencia y tecnología. El avance científico necesitó una creciente inversión en educación e investigación.

Gracias a los avances numerosos investigadores (Pasteur, Koch…) se consiguió acabar con algunas enfermedades infecciosas, mejorando las condiciones de higiene y salubridad de los hogares y favoreciendo el retroceso de la mortalidad y el aumento de la esperanza de vida. El incremento de la renta, unido al abaratamiento de precios, provocó una mejora nutricional en la población.

Las grandes empresas fueron las más beneficiadas de estos cambios por lo que, poco a poco, aparecieron grandes multinacionales que adoptaron la forma de sociedades anónimas. Surgió la “banca mixta” para promocionar la creación de grandes empresas y su financiación a largo plazo. En ellas, los directivos profesionales se encargaban de la toma de decisiones y el comportamiento de los trabajadores se regulaba mediante la organización científica del trabajo. El Estado siguió actuando de acuerdo a los principios del liberalismo, caracterizándose por el temor al déficit público. En casi todos los países aumentó la presión fiscal en forma de impuestos sobre la renta y el patrimonio.

En este periodo se sentaron las primeras bases del Estado del bienestar del siglo XX. A partir de 1880 se inicia la extensión de seguros sociales (médicos, desempleo, jubilación…) a grupos de la clase trabajadora. Destaca la intervención del Estado para regular las condiciones del mercado de trabajo (empleo infantil y femenino, duración de la jornada, etc.). Sin embargo, también aumentó la presión de los sindicatos y los partidos obreros, sobre todo tras la extensión del sufragio universal.



En resumen, entre 1870 y 1913 se hicieron visibles los beneficios de la Revolución Industrial y el crecimiento económico moderno, por ello se conoce a este periodo como belle époque.

LA PRIMERA GLOBALIZACIÓN

Revolución del transporte: Las innovaciones asociadas al hierro y al vapor permitieron un abaratamiento del transporte. Hacia 1870 se hallaban construidas las grandes redes ferroviarias en Europa y EE.UU. Los ferrocarriles se extendieron por todo el mundo. En 1870 Argentina poseía una gran red ferroviaria construida en gran medida con capital británico. La aparición del motor compuesto, el desarrollo de la hélice y la apertura del canal de Suez en 1869, provocaron el desarrollo del barco de vapor frente al de vela. A pesar de la importancia de los clippers (barcos de vela para el transporte rápido y barato de productos agrarios), el desarrollo de los barcos refrigeradores incrementó las ventajas del vapor en el transporte de productos perecederos.

El comercio internacional: El librecambismo de mediados del siglo XIX favoreció los intercambios internacionales. Inglaterra abolió las “Leyes de Granos” (corn-laws), que limitaban las importaciones de cereales y encarecían sus precios. Las “Leyes de Navegación”, que restringían el comercio británico, también fueron abolidas. En 1860 Francia y Gran Bretaña firmaron el Tratado de Cobden-Chevalier, que liberalizó los intercambios mutuos. Posteriormente otras naciones firmarían acuerdos similares. Durante la segunda mitad del siglo XIX, los intercambios internacionales se regían por normas muy librecambistas, lo que permitió que aumentaran. Hacia 1900, buena parte de los alimentos consumidos en Europa procedían de territorios ultramarinos (EE.UU., Nueva Zelanda, Australia, Argentina…) a precios mucho más bajos. El comercio internacional de productos tropicales (té, caucho…) también experimentó una gran expansión. El comercio internacional a larga distancia dejó de comprender sólo productos de lujo y se incorporaron los productos de amplio consumo. Gran Bretaña logró que el librecambismo se extendiese por el mundo extra-europeo, gracias a la firma de tratados comerciales. La caída de precios de los productos agrarios en Europa benefició a las clases populares en forma de alimentos baratos pero provocó descontento entre los productores y terratenientes. En Alemania los propietarios obtuvieron del gobierno impuestos sobre las importaciones que les defendieron de la competencia exterior. Este ejemplo se extendería por toda Europa. El retorno del proteccionismo permitió que algunos países desarrollaran sus industrias nacionales. Pese a ello, nunca se volvió a los prohibitivos impuestos sobre las importaciones de la Europa postnapoleónica y algunos países (Gran Bretaña, Holanda…) se mantuvieron fieles al librecambismo. El comercio internacional siguió creciendo a buen ritmo.

Las migraciones internacionales: Se desarrolló la emigración del campo a las ciudades característica de los procesos de industrialización, que impulsó la urbanización. Las migraciones internacionales, menos numerosas que las nacionales, se vieron estimuladas por el abaratamiento del transporte y por los altos salarios que ofrecían las economías expansivas de los países de inmigración europea y algunos de América Latina. Entre 1815 y 1914, unos sesenta millones de europeos salieron del continente: la mayoría a Estados Unidos y a Canadá, también a América Latina (Argentina y Brasil) y por último a Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. La mayor parte de los emigrantes procedía de Gran Bretaña, Alemania y los países escandinavos, así como de China e India. Las migraciones internacionales afectaron a la distribución de la renta a escala internacional: presionaban al alza a los países de salida (abundantes en mano de obra y escasos en recursos naturales) y a la baja en los de llegada (abundantes en recursos naturales y escasos en mano de obra). No obstante, provocaban reacciones adversas por parte de las poblaciones receptoras, que se sentían afectadas negativamente. A partir de 1880, EE.UU. y otros países fueron adoptando restricciones a la inmigración. Por ello, tras la Primera Guerra Mundial, los movimientos masivos de población desaparecieron.



El patrón oro: El patrón oro fue adoptado por Inglaterra en el siglo XVIII y se consolidó en la primera mitad del siglo XIX. A finales del siglo XIX fue adoptado por Alemania y posteriormente por otros países: Francia, Italia, EE.UU., Holanda, países escandinavos, Rusia, Japón y México. Consistía en que la moneda fiduciaria (los billetes de banco) era convertible a oro si el poseedor de la misma lo deseaba a un determinado tipo fijo. El oro podía circular libremente dentro y fuera de las fronteras nacionales, por lo que acabó convirtiéndose en moneda internacional. En cuanto a los inconvenientes del patrón oro: los ajustes entre países con déficit y superávit de oro no eran automáticos y sí socialmente costosos, pues implicaban desempleo. Sin embargo, fue un instrumento eficaz para evitar las bruscas oscilaciones de los precios, con sus negativas consecuencias económicas y para favorecer el comercio y los movimientos de capital, ya que confería seguridad y reducía costes en las transacciones internacionales.

Inversión extranjera y primeras multinacionales: Durante la Primera Globalización aparecieron grandes multinacionales. Una parte sustancial del ahorro internacional estuvo financiado, a través de la City londinense, la inversión en capital social fijo (ferrocarriles, puertos, servicios municipales, comunicaciones…) en países ultramarinos.
En definitiva, el balance de la Primera Globalización fue positivo, aunque hubiera algunas zonas más beneficiadas que otras.



Concentración impresionista en Caixafòrum


A Sterling Clark, militar, viajero y explorador por Oriente, le cambió la vida cuando viajó a París en 1910. Heredero de una inmensa fortuna creada a partir de las máquinas de coser Singer, descubrió, tras conocer a Francine, actriz de la Comédie-Française, a los pintores impresionistas. En 1916 adquieren Joven haciendo ganchillo, su primer renoir, comenzando a una de las mejores colecciones de este artista que existen en manos privadas. Durante 50 años, Clark y su esposa compran las obras que les gustan de este periodo haciendo oídos sordos a las feroces críticas que, por entonces, recibían los impresionistas. Es el caso de Muchacha dormida, de Renoir, comprada pese a los comentarios negativos que recibió desde 1880, entre los que destacaba que la joven representada era famosa por su mala vida y que en el cuadro estaba lleno de alusiones eróticas, como el gato dormido sobre el regazo de la muchacha, representación de su vello púbico. Todo un escándalo.

http://www.elpais.com/articulo/cataluna/Concentracion/impresionista/Caixaforum/elpepiespcat/20111117elpcat_14/Tes

Localizan las ciudades perdidas de Libia con satélites


Una civilización cubierta por las arenas del Sáhara ha salido a la luz gracias a la utilización de satélites artificiales y fotos aéreas. Son los vestigios de una cultura, la de los Garamantes, que existió desde el siglo VI a. de C. al siglo VIII. Ahora, un equipo británico de la Universidad de Leicester, dirigido por David Mattingly, ha descubierto los restos de más de un centenar de granjas, aldeas y ciudades fortificadas, datadas entre el siglo I y el siglo IV después de Cristo.

El Movimiento Obrero del siglo XIX


1.- PROBLEMAS SOCIALES DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

El aumento del número de trabajadores, unido a la división del trabajo y especialización, provocó que muchos obreros tuvieran que llevar a cabo tareas monótonas y repetitivas, que no requerían ningún tipo de formación. Esto suponía un problema para los obreros, obligados a realizar trabajos deshumanizados y aburridos, no obstante conllevaba mayores beneficios para los empresarios, que en cada vez más ocasiones era una lista de accionistas sin rostro.

Las condiciones de trabajo de los obreros eran cada vez peores. Para los trabajadores las condiciones en las fábricas eran pésimas, con horarios extenuantes: jornadas de trabajo muy largas de hasta 16 horas, por ejemplo en la industria de la seda francesa se trabajaba desde las cinco de la mañana hasta las 11 de la noche. Los salarios se mantuvieron muy bajos debido al aumento de la oferta de mano de obra, estando siempre vinculados a los beneficios de las empresas y justificado en que la pobreza hacía más activos a los obreros.  Además se mantenía la disciplina mediante multas económicas y se trabajaban 364 días al año, exceptuando el día de Navidad.

Los obreros vivían en pésimas condiciones: en una sola habitación, sucia y pequeña, podían convivir incluso 4 familias, por lo que el contagio de enfermedades era fácil, como la tuberculosis. Los barrios de proletarios (slums)estaban cerca de las fábricas y carecían de servicios municipales. Las casas solían ser alquiladas por empresarios o capataces, que así recuperaban gran parte de los salarios que pagaban.

Se intensificó la participación de mujeres y niños en las fábricas, donde la disciplina se mantenía a base de violencia ejercida por los capataces. Se abusaba de las mujeres y se maltrataba a los niños, con horarios extenuantes y sin posibilidad de recibir ningún tipo de educación.

Esta etapa se conoce como Capitalismo Salvaje y tiene lugar durante la Primera Revolución Industrial entre finales del S-XVIII y principios del XIX.


2.- LA NUEVA SOCIEDAD DE CLASES

Se pasó de una rígida sociedad estamental a una más dinámica sociedad de clases. El nuevo modelo social presentaba importantes contrastes, debido a la posesión de capital y a las condiciones de trabajo provocando una fractura entre burguesía y trabajadores. La nobleza fue perdiendo paulatinamente sus privilegios, aunque mantuvo gran parte de sus ingresos y propiedades. La bueguesía será el grupo social más beneficiado, apareció un clase alta con nombres como los Thyssen, que rendía culto a la propiedad individual y al liberalismo económico. La burguesía media estaba integrada por funcionarios, intelectuales y profesionales liberales, como médicos o abogados, finalmente la burguesía baja, pequeños propietarios o funcionarios de menor escala.

Las clases bajas estarán formadas por campesinos, muchos de ellos emigrarán a las ciudades, convirtiéndose en proletarios. Además del personal doméstico de las clases altas y las clases populares urbanas.

3.- ORÍGENES DEL MOVIMIENTO OBRERO

3.1.- LUDISMO (1811-1812)

El ludismo es un movimiento obrero caracterizado por las guerras de obreros contra las máquinas. Se llama ludismo porque uno de sus primeros líderes fue el inglés Ned Ludd. La forma de protesta de los luditas consistía en la destrucción de máquinas, ya que éstas sustituyen a los trabajadores y por lo tanto deben ser eliminadas. Estas protestas fueron duramente reprimidas por los burgueses (Nottingham, 1811), que terminaron con deportaciones a Australia y condenas a la horca de 18 dirigentes de York en el año 1813. Hacia 1817, el movimiento ludita se había extinguido.

3.2.- SINDICALISMO

Surgirá una nueva respuesta a los problemas de los obreros, el sindicalismo representado por las Trade Union.El movimiento sindicalista se caracteriza por sustituir los ataques a las máquinas por la lucha política y la toma de conciencia de clase. Los sindicatos eran asociaciones de obreros cuya finalidad era mejorar la situación de los obreros ante la presión de los patronos. En su origen buscaban solucionar las necesidades puntuales de los trabajadores, como horarios, abusos de los capataces o salarios. Como medida reivindicativa se convocaban huelgas, haciendo uso de las llamadas cajas de socorro mutuo.

En Inglaterra, las grandes asociaciones de trabajadores fueron consideradas peligrosas, y se prohibieron, así se manifestó en las Combination Laws. En 1824 el Parlamento abolió estas leyes, permitiendo la libre asociación. En 1830, los obreros aprovecharon esta situación para formar sindicatos locales organizados por oficios denominadas Trade Union, cuya finalidad era solucionar los problemas concretos de los obreros ingleses. El secretario del sindicato textil de Manchester, John Doherty organizó la Unión General del Reino Unido, que albergaba a todos los trabajadores del sector textil. Posteriormente, se creó la National Association for the Protection of Labour, reuniendo a todos los oficios en un gran sindicato general. Llegó a tener 100.000 miembros y llegaron a tener prensa propia La voz del pueblo. El gobierno no tuvo más remedio que prohibir los sindicatos por considerarlos peligrosos.

3.3.- CARTISMO

Los artesanos londinenses iniciaron agitaciones defendiendo el sufragio universal, ya que consideraban que ellos generaban la riqueza en el país y por lo tanto debían tener derecho a voto. En 1838 redactan la Carta del Pueblo donde solicitaban: sufragio universal masculino, la eliminación del requisito de propiedad para desarrollar la labor parlamentaria, el derecho al voto secreto, la jornada laboral de máximo 10 horas y la intervención estatal para mejorar la protección social. Las peticiones fueron rechazadas, no obstante, la mejora en las condiciones políticas y sociales de los ciudadanos a partir de los años 50, hizo que el cartismo acabara perdiendo su influencia.



4.- SOCIALISMO UTÓPICO

Con el objetivo de solucionar los problemas concretos del proletariado, surgirán propuestas de intelectuales en paises menos afectados por la industrialización y con menor cantidad de obreros, basadas en gran medida en el pensamiento de Rousseau. Se caracterizan por buscar soluciones ideales sin recurrir a la violencia, recoger las demandas de los grupos obreros y criticar la concentración de riqueza en el sistema capitalista. Buscaban la transición a un orden mejor pero con planteamientos difícilmente realizables ya que los medios nunca estaban a la altura de los proyectos. Entre los pensadores del socialismo utópico destacan:

- Saint Simon: Defendía el proceso industrializador como medio para lograr el bienestar de la población. En su obra contempla la diferencia social: trabajadores (técnicos, industriales, artistas…) y ociosos (militares y nobleza). Existe una élite formada por los mejor preparados que debe asesorar al gobierno en la planificación de la Economía, para que sea en beneficio de todos.

- Charles Fourier: Defendía la creación de falansterios: edificios comunitarios rodeados por tierras de labor que pretendían ser autosuficientes. En ellos debían vivir grupos de 1620 habitantes, trabajando con medios de producción comunes y dedicándose a tareas deseadas. Es un planteamiento utópico e imposible de realizar. Se trata del antecedente de las comunas anarquistas.

- Robert Owen: se preocupaba por los salarios, ofrecía viviendas dignas y favorecía la educación de los hijos de los trabajadores. Así los motivaba, logrando una mayor eficiencia productiva. Owen consideraba que el entorno humano es el causante del carácter: un buen entorno social y económico mantendría el carácter bueno por naturaleza. Promovió las cooperativas como sistema de producción justo, dando poder a los trabajadores sobre los medios de producción: quien más trabaja, más recibe. Llevó a cabo un proyecto en Estados Unidos, New Harmony, que fracasó.

Otros pensadores fueron Cabet que publicó Viaje a Icaria, defendiendo un comunismo-democrático, Blanc que defendió la creación de Talleres Sociales por parte del Estado y Luis Blanqui.



5.- MARXISMO Y ANARQUISMO:

5.1- MARXISMO

El marxismo también se conoce como socialismo científico porque sí es posible llevarlo a la práctica. Sus defensores fueron el alemán Karl Marx y Federico Engels. Juntos escribieron el Manifiesto Comunista (1848) "¡Proletarios del mundo, unios!", partiendo de la idea de que todas las sociedades han vivido la lucha de clases, que en ese momento afectaba al proletariado y a la burguesía. En su obre cumbre, El capital (1867) se plantean que debe existir una única clase social eliminado a los propietarios, los medios de producción pasarían a ser de toda la sociedad, vaticina la ruina inevitable del capitalismo y considera a la religión como "El opio del pueblo". El pensamiento marxista se caracteriza por:

- Materialismo histórico: El marxismo se opone al idealismo hegeliano y al socialismo utópico. Considera que todos los fenómenos sociales tienen causas materiales (motivos económicos), por eso es importante la relación entre teoría y práctica (praxis).
- Dialéctica: método para explicar el mundo y su evolución a partir del enfrentamiento de fuerzas opuestas (tesis y antítesis). Para la mejora en la sociedad es necesaria una evolución (síntesis).
- Lucha de clases: Los enfrentamientos entre grupos sociales, que buscan satisfacer sus necesidades materiales, son positivos ya que desencadenan en revoluciones que modifican la sociedad. Existen dos clases sociales los propietarios (opresores) y los no propietarios de los medios de producción (oprimidos)
- Dictadura del proletariado: Es necesaria en la transición al Estado comunista, partiendo de una dictadura burguesa una revolución eliminaría esta implantando la del proletariado, sin clases sociales ni propiedad privada.
- Teoría económica: Los productos tienen un valor, determinado por las horas de trabajo del obrero, materias primas y otros factores. Por lo que es injusto vender un producto en el mercado por encima de su valor para obtener beneficios (plusvalía). Los salarios de los trabajadores deben ser de acuerdo con su esfuerzo, por lo que rechaza a los salarios de subsistencia. Hay una oposición entre capital y trabajo: nadie debe enriquecerse. Se defiende la intervención estatal en la Economía: crear industrias, pagar la producción…

5.3.- ANARQUISMO

El anarquismo no se considera teórico sino práctico, aunque su realización es inviable. Consiste en la ausencia casi total de autoridad y engloba planteamientos cooperativistas basados en la organización de comunas agrarias. Se caracteriza por: la defensa de la autonomía del individuo frente al grupo, la valoración de la libertad absoluta, la confianza en la educación para hacer libre al ser humano, la negación del Estado por ser corruptor y causante de los males de la humanidad, el rechazo a los partidos políticos, los cuales serían sustituidos por sindicatos y la igualdad entre hombres y mujeres. Se defienden las acciones terroristas contra el gobierno denominada “propaganda por el hecho” a través de grupos como la “Mano Negra”. Por ejemplo en España asesinaron al jefe del Gobierno Cánovas, atentaron contre el rey Alfonso XIII el día de su boda o lanzaron bombas en el Liceo de Barcelona o en la procesión del Corpus.



Entre los representantes anarquistas destacan:

- Pierre-Joseph Proudhon: de origen francés. Afirmaba que “la propiedad privada es un robo” y que el origen natural de las riquezas debe ser común. Criticaba la gran propiedad capitalista aunque defendía la pequeña propiedad individual o familiar.
- Mijail Bakunin: Era un aristócrata ruso que defendía la libertad del individuo en la sociedad, la importancia de la educación, la propiedad colectiva frente a la individual, la supresión del estado y la autoridad y el protagonismo del campesinado en la revolución anarquista.
- Kropotkin: Era un príncipe ruso que defendió el anarcocomunismo. Apoya la creación de cooperativas de obreros con medios de producción y propiedad comunes.



Textos:
Manifiesto Comunista
Fundamentos económicos y sociales del anarquismo