Exposiciones: La pintura a escena "El siglo XIX en el Prado"



El espectáculo está basado en textos de autores del siglo XIX, hilvanados teatralmente por el dramaturgo José Ramón Fernández (Premio Calderón de la Barca 1993, Premio Tirso de Molina 1998 y Premio Lope de Vega 2003), bajo la dirección escénica de Fernando Soto.

Cuatro actores y un pianista darán vida a los textos de Espronceda, Zorrilla, Galdós, Azorín, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Tamayo y Baus, Hartzenbusch, Comella, Duque de Rivas, Pedro Antonio de Alarcón, Blasco Ibáñez… ante las imágenes de Antonio Gisbert, los Madrazo, Esquivel, Fortuny, Sorolla, Casado del Alisal, Muñoz Degraín, Moreno Carbonero, Lorenzo Vallés, Carlos De Haes, Emilio Sala, o Francisco Pradilla.
El espectáculo mostrará al público cómo Juana La Loca, Los amantes de Teruel, Torrijos, el Príncipe de Viana o Viriato sirvieron de inspiración a los creadores románticos para sus obras, ya fueran pictóricas o literarias. Junto a estos personajes,tomarán la palabra sus propios autores, unas veces, como en el caso de Zorrilla, para explicarnos el proceso de creación de sus obras de mayor éxito;otras, como Blasco Ibáñez, Azorín o Pedro Antonio de Alarcón, para compartir algunos episodios de la época de los que fueron testigos de excepción.
El espectáculo, producido por la empresa EscenaTe, está interpretado por losactores Ana Carril, Paloma Mozo, Marcos Tizón y José Luis Díaz, además delpianista José Manuel Hernández Blanco.

Un cuadro contiene el alma de su siglo. También contiene parte del alma de quien lo pintó y parte del alma de quien ha dejado en él su imagen

José Ramón Fernández Domínguez, dramaturgo

Venta de entradas
Las entradas para el espectáculo se podrán adquirir al precio de 5 € en la taquilla nº 1 del Museo del Prado (puerta baja de Goya) desde el martes anterior a cada representación.

Calendario
25 de enero de 2008, 19h.
15 de febrero de 2008, 19h.
7 de marzo de 2008, 19h.
4 de abril de 2008, 19h.


Ficha artística y técnica

Intérpretes: Ana Carril del Valle, José Luis Díaz Rupérez, Paloma Mozo, Marcos Tizón y José Manuel Hernández Blanco al piano
Dramaturgia:José Ramón Fernández
Dirección escénica: Fernando Soto
Diseño de vestuario: Yaiza Pinillos
Diseño de iluminación: Marta Graña
Realización audiovisual: Juan Manuel Díaz Avendaño (Elemental Films)
Producción: EscenaTe

Relación de pinturas y textos presentes en el espectáculo

Los poetas contemporáneos. Una lectura de Zorrilla en el estudio del pintor, de Antonio María Esquivel y Suárez de Urbina (1846)
Recuerdos del tiempo viejo, de José de Zorrilla (1880-1884)

La actriz María Guerrero como ‘Doña Inés’, de Raimundo de Madrazo y Garreta (1891)
La actriz doña María Guerrero como ‘La dama boba’, de Joaquín Sorolla y Bastida (1897)
María Guerrero, niña, de Emilio Sala y Francés (1878)

Don Juan Tenorio, de José de Zorrilla (1844)
Demencia de doña Juana de Castilla, de Lorenzo Vallés (1866)
Locura de amor, de Tamayo y Baus (1855)
Antes de la boda, de Antonio Muñoz Degrain (1882)

Los amantes de Teruel, de Antonio Muñoz Degrain (1884)
Los amantes de Teruel, de Juan Eugenio Hartzenbusch (1837)

La muerte de Viriato, ¿rey? de los lusitanos, de José de Madrazo y Agudo (hacia 1807)
El mayor rival de Roma, Viriato, de Luciano Francisco Comella (1798)

El príncipe don Carlos de Viana, de José Moreno Carbonero (1881)
El príncipe de Viana, de Gertrudis Gómez de Avellaneda (1844)

Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga, de Antonio Gisbert Pérez (1888)
Soneto a la muerte de Torrijos y sus compañeros, de José de Espronceda (1840)

La rendición de Bailén, de José Casado del Alisal (1864)
Bailén, de Duque de Rivas (1841)
Bailén, de Benito Pérez Galdós (1873)

La batalla de Wad Ras, de Mariano Fortuna Marsal (1862-1863)
Diario de un testigo de la guerra de África, de Pedro Antonio de Alarcón (1860)

¡Aún dicen que el pescado es caro!, de Joaquín Sorolla y Bastida (1894)
Flor de mayo, de Vicente Blasco Ibáñez (1895)

Chicos en la playa, de Joaquín Sorolla y Bastida (1910)
Valencia, de Azorín (1941)

Pradera de San Isidro (La casa del Sordo), de Aureliano de Beruete y Moret (1909)
Madrid, de Azorín (1941)

El canal de Mancorbo en los Picos de Europa, de Carlos de Haes (1876)
Peñas arriba, de José María Pereda (1894)

Diptico con el programa

Web del Museo del Prado

2 comentarios:

  1. El pasado domingo asistí a la exposición dispuesta en la ampliación del museo del Prado, que muestra la colección del siglo XIX. Hasta que se culminaron las obras de ampliación del museo con la integración del Claustro de los Jerónimos, todas estas obras se hallaban ocultas en los sótanos del Prado, lejos de los ojos del público. La colección, en mi opinión, es bastante rica y variada, y muestra obras de estilo clasicista, romántico y alguna, impresionista.

    Como ya he dicho, la colección está situada en el Claustro de los Jerónimos, la ampliación llevada a cabo por el afamado arquitecto Rafael Moneo. Lo cierto es que el nuevo edificio no es tan espectacular como se dijo en su inauguración. La entrada sólo posee un detector de metales, por lo que se ha de acceder en fila de a uno. La verdad es que no creo que sea muy recomendable ir un día en el que vaya a asistir mucha gente. En el mostrador de información las guías gratuitas de la exposición estaban agotadas y sólo disponían de guías específicas sobre algunos autores, aunque supongo que esto se debería a algún tipo de contratiempo ese día en concreto.

    Más preocupante que eso era, según pude apreciar, la mala iluminación y lo angostas que eran las salas en las que se hallaban expuestos los cuadros. Para no ver reflejo en los óleos tenías prácticamente que pegarte al cuadro de enfrente del que se trataba de ver, sobre todo en la primera sala. No obstante, de ésta me llamó la atención un busto tallado en mármol blanco de la reina Isabel II. La cara estaba tapada con un velo (también tallado), que caía desde la corona. El efecto conseguido por el autor era sorprendentemente realista, desde luego es una de las esculturas españolas más bonitas que yo he visto.

    Tras dos salas más como esta primera con retratos (entre los que se hallaba el famoso retrato de Benito Pérez Galdós) y paisajes, se llega a la que supongo era, por sus grandes dimensiones, la sala principal, cuyos cuadros son de motivos históricos. En ella se encuentran todas las obras de grandes dimensiones. Ocupa un lugar privilegiado El fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga, una espectacular obra de Antonio Gisbert. Esta obra está en el centro de la sala y bajo una bóveda que permite la entrada de luz natural. También me llamaron mucho la atención de esta sala La rendición de Bailén, de José Casado y Los amantes de Teruel, de Antonio Muñoz Degrain, en mi opinión la obra más espectacular de la sala. También cabe resaltar que la obra maestra de José Casado y otra obra cuyo título no recuerdo, pero que mostraba una mazmorra medieval, estaban colocadas en un espacio muy estrecho justo detrás de una pared artificial y, debido a sus inmensas dimensiones, era muy difícil verlas bien con tan poca separación.

    Después de haber recorrido todas las salas de la planta inferior, se subían unas escaleras hasta la segunda planta, en la que las obras eran más recientes, datando algunas de ellas de principios del siglo XX. De esta planta me encantaron las obras de Fortuny, en especial Viejo desnudo al sol, que parece una instantánea de un hombre viejo sin camisa por el realismo de la posición del cuerpo. Además, me encantó la pintura Chicos en la playa, de Joaquín Sorolla y Bastida, que muestra a tras chicos en la arena mojada de la playa. Este cuadro es de una increíble belleza.

    Ajena a la exposición del siglo XIX eran una serie de esculturas de cuerpo entero de Carlos V y Felipe II en la tercera planta, en la que se ha conservado el Claustro de los Jerónimos. Merece la pena subir sólo para ver lo bien que se ha respetado el interior de dicho claustro. Las esculturas, en bronce, mármol y piedra, eran también bastante espectaculares.

    Lo cierto es que, pese a las pegas en cuanto a la iluminación y al espacio, la exposición es muy valiosa e increíblemente bella. Para mí, las tres obras más impactantes de la exposición son Chicos en la playa, Los amantes de Teruel y el busto de Isabel II con el velo, aunque supongo que quienes sepan más de arte que yo apreciarán mucho mejor las obras. La exposición estará disponible hasta el día 20 de abril, cuando será integrada a la colección permanente del museo en el edificio principal.

    Dario Cabañas Pellicer

    PD: elige como identidad "anónimo"

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  2. En la ampliación del Museo del Prado, se encuentra una exposición de las obras más destacadas de pintura y escultura del siglo XIX, que reflejan la influencia del Siglo de Oro cuyos focos principales fueron París y Roma.
    La exposición se ha hecho aprovechando las nuevas salas que se han construido en el claustro de los Jerónimos y sus aledaños, restaurado por el arquitecto Rafael Moneo.
    Las obras expuestas, distribuidas en tres salas, suman un total de 12 esculturas y 95 pinturas de Sorolla, Fortuna, Rosales y Madrazo entre otros.
    Sin lugar a dudas, una de las obras más fascinante, es la escultura en mármol de Carrara de Camilo Torreggiani (1819-1896) que muestra el rostro velado de Isabel II. Torreggiani pretende reflejar una reina virtuosa, heredera del trono de España tras la muerte de su padre Fernando VII (1833), pero no nombrada reina hasta 1843, tras un periodo de regencia de su madre, Maria Cristina, en el que se dieron las Guerras Carlistas. Es de gran admiración la técnica empleada por el escultor para conseguir tan minucioso detalle y espectacular resultado del velo.
    Otra de las obras reseñables, es la pintura “Doña Isabel la Católica dictando su testamento”: un óleo sobre lienzo de Eduardo Rosales (1836-1873) en el que varias personalidades históricas son representadas con clara influencia del Naturalismo. Isabel iluminada al aparecer vestida de blanco, dicta su testamento tumbada en la cama de una de las habitaciones del castillo de la Mota (Medina del Campo) en compañía de Fernando de Aragón-representado con un rostro firme, sin gesto de dolor, mostrando la insolubilidad de su reino y su preocupación por el futuro, importándole más la cabeza que el corazón-, su hija doña Juana, desolada, el cardenal Cisneros, los marqueses de Moya, Gaspar Grifio y algunos criados.
    Por otra parte, el cuadro “Doña Juana la Loca” de Francisco de Pradilla (1848-1921), destaca por reflejar, en cierto modo, los rumores de la locura de Juana. Ésta viaja a La Cartuja de Miraflores (Granada), con el féretro de su esposo, de noche y cuentan que sus celos le llevaron a impedir que ninguna mujer lo viera. Le lleva a un convento, pero al ver que era de monjas, le saca al campo en pleno mes de diciembre. La obra muestra un virtuosismo realista, una Juana menuda pero enérgica, embarazada y destrozada tras la muerte de su marido. Como detalle destaca las armas imperiales representadas en el ataúd.
    Otras obras de historia de la exposición que resultaron interesantes fueron: “La muerte de Viriato, jefe de los lusitanos” donde José de Madrazo(1781-1859) plasma por primera vez un episodio de la historia de España, punto de partida de posteriores obras de pintura que plasman hechos históricos de la historia de nuestro país, “La rendición de Bailén” de José Casado del Alisal(1832-1886), “Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga” de Antonio Gisbert (1834-1901) que refleja la ejecución de los liberales rebelados contra el absolutismo del régimen de Fernando VII, o “La reina Maria Cristina pasando revista a las tropas” de Mariano Fortuny (1838-1874) que destaca por la forma en cómo distribuye a los soldados del ejército carlista (portadores de boinas rojas) y por cómo logra representar el humo y la polvareda.
    Como conclusión, opino que es una exposición acertada por el hecho de que se puede contemplar, en un mismo marco, obras que datan del siglo XIX y representan distintos aspectos de la historia de España, que de otra manera sería difícil de contemplarlos, al estar dispersos en distintos museos.

    beatriz gomez

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